Mes tras mes la inflación rompe techo en casi todos los países, en tasa interanual y en mayo aceleró hasta 8.6% en Estados Unidos, marcó dos dígitos en algunos países de la zona euro y en nuestra economía subió a 9.47 por ciento.
Para Bloomberg Economics la inflación global podría alcanzar 9.4% en el tercer trimestre y cerrar en 8.5% en el último trimestre de este año.
La historia económica mundial nos enseña que sin endurecer la política monetaria no se acaba con el problema de la inflación, por ello, con medidas extraordinarias estándar y no convencionales, ante situaciones tan difíciles como las actuales, nuestro Banco Central ha aumentado en 450 puntos porcentuales su tasa de referencia en los últimos ocho meses incluyendo la del pasado miércoles en tres cuartos de punto, de 6.50% a 7.25% anual, para ubicarse en el nivel más alto desde el 8.50 por ciento anual de enero de 2009.
Además, revisó al alza el costo de las relaciones con bancos comerciales, para que presten menos aumentó de 6.00% a 6.75% anual la tasa de depósito remunerados (overnight), y para que tomen menos dinero prestado y presten menos, subió de 7.00% a 7.75% la tasa de operaciones permanente de liquidez (Repos a 1 día).
Con el aumento acumulado de la tasa de política monetaria en 450 puntos porcentuales, ha evitado ensanchamiento del diferencial respecto a tasas de interés externas, lo que podría provocar salida de capitales, sumar inflación a la importada al enfriar la demanda interna que reduce el riesgo de sobrecalentamiento de la economía, las estadísticas nos dicen que el consumo y la inversión fueron los factores de mayor aporte al crecimiento acumulado del PIB de 5.8% del primer cuatrimestre del año, empuje que se mantuvo en junio, la referencia es el crédito al sector privado en pesos, en tasa interanual creció alrededor de 12.5 por ciento.
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Para los agentes económicos no fue sorpresa la acelerada subida de los intereses. Lo esperaban, saben, además, que medidas similares siguen sobre la mesa mientras la inflación importada no dé tregua.
Son inevitables los paralelismos históricos, aunque hay factores fuera de nuestro control como el aumento de precio de los alimentos y el petróleo, atascos en la cadena de suministro y el tema de la pandemia, en la región nuestra economía se destaca por la buena posición para enfrentar choques externos adversos, a diferencia de los setenta y ochenta del siglo pasado, cuando la inflación media anual promedio 11.09% de 1974 a 1978 y 24.67% de 1979 a 1991.
El precio del petróleo se multiplicó por seis cuando la OPEP, dominada por el mundo árabe, en 1973 dejó de vender petróleo a Occidente por el apoyo a Israel en la guerra del Yon Kippur, y en 1979 por la revolución iraní. Equivocada fue la respuesta del Banco Central, en lugar de endurecer la política monetaria hizo lo contrario echando gasolina a la alta inflación importada.
Como nadie sabe hasta cuándo se extenderá el actual shock de oferta en la economía mundial que causa la alta inflación que se come el poder adquisitivo de los hogares, con presupuesto de emergencia debe mantenerse la actual política de subsidio al consumo alimentos, gasolina, gasoil y GLP.