El país tendrá avances trascendentales con el traspaso al Ministerio de Educación del Centro de Atención Integral para la Discapacidad (Caid). No se trata de buscar fondos para la entidad, sino de capacitar y lograr la inclusión para los niños que tienen esas condiciones.

El tema es tratado con vehemencia por el director nacional del Caid, doctor Henry Rosa Polanco.

El académico asegura que no se puede hablar desde la ignorancia en un tema de alta sensibilidad como la discapacidad en menores de edad. Existe un plan nacional para optimizar los recursos, siete instituciones han apostado por intervención terapéutica territoriales que se harán con la fuerza y capacidad que tiene el Ministerio de Educación, insiste el doctor Rosa Polanco. “Ahora, juntos, vamos a caminar hacia la superación de una concepción de la discapacidad que la reduce únicamente al modelo médico bajo la sombrilla de Salud Pública”, dijo el académico, quien critica la ignorancia de quienes no conocen el alcance del proyecto y se refieren al traspaso al Ministerio de Educación.

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Los actores

“El Caid viene dando un aporte invaluable y silente en la psicoeducación de las madres, padres y abuelos; de los docentes; de los colaboradores de empresas públicas y privadas a través de decenas de entrenamientos y talleres”, dijo.

Psicoeducar es empoderar sobre el crucial papel de la empresa, la escuela, la familia y el entorno comunitario en el desarrollo y la participación de las personas con discapacidad.

Con el traspaso a educación se trabajará en vencer siete barreras para una efectiva inserción social y escolar, esas esas barreras son, estereotipos, estigma, prejuicio y discriminación, dijo el director del Caid.

Desde esta nueva perspectiva que supera lo médico, se trabajará en que los niños con discapacidad puedan vencer barreras que afectan la audición, el habla, la visión, la escritura y el entendimiento. Barreras físicas: obstáculos estructurales que impiden o bloquean la movilidad.

Vencer barreras

Las barreras políticas se deben a la falta de concientización o a no hacer cumplir las leyes y regulaciones existentes que exigen que los programas y las actividades sean accesibles para las personas con discapacidades. Las barreras programáticas limitan la prestación eficaz de un programa de salud o educación pública; como horarios o falta de equipos; comunicación inadecuada.

Es educación

Desde el Ministerio de Educación, la psicoeducación de ambas, no solo adquiere mayor visibilidad como producto e impacto en la planificación y el gasto (ausentes hasta ahora porque sólo se visibiliza el producto médico y terapéutico, expresó Rosa Polanco. consideró que requiere que se una el esfuerzo para robustecer y multiplicar programas de psicoeducación de calidad. A pesar de su traspaso a Educación, el Caid tiene autonomía financiera y Consejo de manera transparente, en el que participa Salud Pública, Educación, Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS)y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).