El pasado fin de semana, las emociones deportivas en el país estuvieron al máximo nivel. En primer lugar, las Reinas del Caribe ganaron la medalla de oro en la Copa Norceca Final Six.
El mismo día, la leyenda dominicana del baseball, Alberto Pujols, consiguió su cuadrangular 696. El día siguiente conectó el 697. Está a tres jonrones de llegar a los 700. Y lo va a lograr.
Pero en este mismo año, la selección de futbol dominicana sub-20 calificó al mundial de Indonesia 2023 de la Federación Internacional de Fútbol. De igual manera, los mismos jóvenes futbolistas calificaron para los Juegos Olímpicos de Paris en el año 2024.
Marileidy Paulino, la destacada velocista dominicana que ha conquistado todos nuestros corazones, se ha alzado en lo que va de año, entre otras medallas, con el oro en la Liga Diamante de Doha, en la final de los 400 metros, así como el primer lugar en el Campeonato Iberoamericano de Atletismo, en Alicante, España, en la misma categoría.
El centro de los Boston Celtics, Al Horford, se convirtió en el primer dominicano en llegar a una serie final de la NBA, luego de 15 temporadas.
En el mundo del automovilismo, el joven Jimmy Llibre conqusitó doble campeonato en el Porsche Sprint Challenge North America celebrado en Wisconsin, Estados Unidos. Fue líder absoluto en la categoría 911 GT3 Cup.
¿Cuál es el común denominador de todos estos talentos deportivos que he mencionado? La disciplina.
Como sociedad debemos proyectar más estos ejemplos, porqueque su factor de éxito han sido su disciplina, perseverancia, resiliencia, enfoque, entre otros valores tan ausentes en el mundo.
El gobierno dominicano debe ver estos modelos de éxito para implementar políticas públicas, por ejemplo, en el ámbito deportivo, que estimulen la disciplina en nuestros niños, porque después de cierta edad, es difícil cambiar los hábitos.
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Pero casualmente esta misma semana, el periódico “El Día” comenzó a presentar unos reportajes interesantísimos sobre los “robles” del empresariado dominicano (Pepin Corripio, Tato Bisonó, José Miguel Bonetti Guerra, Frank Raineiri, entre otros).
Al igual que los atletas, estos empresarios que han sido parte fundamental del desarrollo del país en los últimos 50 años, son un ejemplo de disciplina y perseverancia.
A veces pareciera que no valoramos a nuestros empresarios. Por el contrario. Muchas veces generalizamos, queriendo satanizar el ejercicio de la libre empresa en nuestro país, y colocando a todos los hombres y mujeres de negocio en un mismo saco.
En Estado Unidos los símbolos de la disciplina son respetados y constantemente estudiados. Ford, Rockefeller, Carnegie, Morgan y Vanderbilt son un orgullo para los norteamericanos.
Tomemos a nuestros modelos de disciplina y proyectémoslos con más fuerza en el país, porque sobre ellos, podemos desarrollar una sociedad disciplinada.