Cleveland.- El discurso que Donald Trump dio este jueves para aceptar la nominación como candidato presidencial del Partido Republicano desató hoy furor en Estados Unidos con un aluvión de reacciones, la mayoría muy críticas con el magnate.
En la clausura de la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio), Trump pintó un panorama sombrío del país norteamericano, que describió como una nación humillada en decadencia, y se postuló como el “candidato de la ley y el orden” dispuesto a salvar a EE.UU.
A diferencia de sus mítines, en los que aparece como un aspirante impulsivo, grosero y sin coherencia, el magnate inmobiliario ofreció sustancia política en su alocución más disciplinada desde que lanzó su inaudita campaña hace poco más de un año.
La convención, que empezó el lunes y se vio lastrada por la división del partido en torno a la figura de Trump, rebeliones de delegados y la polémica del plagio del discurso de su esposa, Melania, se rindió el jueves ante el multimillonario.
Horas después del discurso, el empresario calificó hoy el cónclave como “una de las mejores convenciones de todos los tiempos» y un despliegue de la “unidad” del Partido Republicano, al que, curiosamente, mencionó solo dos veces en su disertación “El partido se ha unido”, aseguró Trump, en un acto en Cleveland junto a su aspirante a vicepresidente, el gobernador de Indiana, Mike Pence.
Esa visión contrasta con el controvertido desplante de su gran rival en las elecciones primarias, el senador Ted Cruz, quien le negó el miércoles su apoyo y urgió a los estadounidense a “votar en conciencia” en los comicios presidenciales del 8 de noviembre. “No quiero su apoyo. Si me lo da, no lo aceptaré”, subrayó hoy el magnate en Cleveland.
El caso es que el discurso del candidato republicano a la Casa Blanca ha generado tantas reacciones, que prácticamente no se habla hoy de otra cosa en Estados Unidos.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, se refirió hoy al asunto durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo de México, Enrique Peña Nieto, en la Casa Blanca. Obama criticó hoy el mensaje de Trump por pintar a un país “al borde del colapso” y dijo que esa idea “no se basa en hechos”, después de que el multimillonario culpara al Gobierno del presidente de problemas como el aumento de la criminalidad.
El mandatario acudirá la próxima semana a la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia para apoyar a Hillary Clinton como nominada del partido a la Casa Blanca. La campaña de Clinton, a quien Trump acusó en su discurso de dejar un legado de “muerte, destrucción y debilidad” en su etapa de secretaria de Estado (2009-2013), señaló que el aspirante republicano “no propuso soluciones reales” a los retos del país.
“Donald Trump ha dibujado una imagen sombría de unos EE.UU. en decadencia. Su solución -más miedo, más división, más ira y más odio- fue un nuevo recordatorio de que no está cualificado para ser presidente”, dijo el jefe de campaña de Clinton, John Podesta.
Asimismo, el senador Bernie Sanders, adversario de Clinton en los comicios internos demócratas para elegir candidato a la Presidencia, arremetió contra el empresario neoyorquino, del que destacó la frase de su discurso “Yo solo puedo arreglar esto».
“Trump- ‘Yo solo puedo arreglar esto. ¿Este tipo se está postulando para presidente o para dictador?”, escribió Sanders en su cuenta de la red social Twitter. Los principales medios estadounidenses, a los que el multimillonario acusa de “deshonestos”, acogieron con reticencias y escepticismo su alocución ante el cónclave republicano. El influyente diario The Washington Post dedicó hoy un editorial a Trump, al que tildó de “candidato del apocalipsis” que, más allá de la demagogia, carece de “verdadero liderazgo».
En otro editorial, el igualmente prestigioso The New York Times llamó al empresario “mensajero tóxico” y le reprochó que no ofreciera “ninguna solución más allá de su mesiánico retrato de sí mismo».
Con su discurso, Donald Trump puso rumbo, ya como candidato oficial del Partido Republicano, a una dura campaña en la que competirá con Hillary Clinton por la Casa Blanca y en la que, según los observadores, el fuego cruzado entre ambos puede marcar época.