En República Dominicana, México y Ecuador la conversación anti-igualdad y el discurso de odio han experimentado un incremento del 30% en los últimos tres años en X (antiguo Twitter), mientras que el bando contrafeminista publica más del doble de mensajes que el feminista en la República Dominicana y en Chile.
Estos sos dos de los hallazgos de una investigación realizada por Llorente & Cuenca (LLYC) en torno al poder adictivo que ha alcanzado la polarización en el debate público.
Para hacer el estudio LLYC analizó la conversación en X en 12 países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana) y estudió 8.5 millones de mensajes sobre debates feministas y contrafeministas en 2024. A este análisis sumó 5.4 millones de publicaciones entre 2022 y 2024 que atacan a defensores de la igualdad o justifican posturas contrafeministas.
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Feminismo: contra familia
En la República Dominicana, como sucede en Perú, la igualdad de género se concibe como una amenaza directa a la configuración familiar tradicional y a la estructura matrimonial pero además se asocia con el cuestionamiento de prácticas reproductivas como el aborto, señala el informe.
Un arma política
El 33% de la comunidad anti-igualdad considera que el feminismo es radical, en tanto que el 22% vincula el feminismo con figuras públicas, ideologías e intereses partidistas de izquierda, por lo que lo percibe como algo incompatible con su identidad.
“Irónicamente, son los sectores más conservadores como el trumpismo quienes han instrumentalizado esta percepción para alimentar su agenda política, convirtiendo la lucha por la igualdad en el blanco de ataques y desinformación”, lamenta LLYC.
Como consecuencia, el feminismo se ha visto despojado de su esencia y ha pasado a ser “un arma política que lo aleja de su propósito original: la lucha por la igualdad. ¿El resultado? Un rechazo cada vez más arraigado y una polarización que sigue creciendo”. “Los mensajes contrafeministas tienen una fuerte carga política; en concreto, 4 de cada 5 están directamente politizados”, agrega la investigación.