Dos economistas coincidieron al afirmar que el 2020 ha sido un año muy terrible para la economía dominicana, pero que a diferencia del promedio de las naciones de América Latina, la diversificación ha permitido una buena recuperación de importantes sectores, con la excepción del turismo.

Señalaron que a pesar de que el turismo tiene una alta incidencia en el Producto Interno Bruto del país, otros productos como oro, la manufactura y la agropecuaria han compensado la caída del crecimiento económico.

Para Antonio Ciriaco, vicedecano de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), “el 2020 es un año económicamente perdido” en el que las Mipyme han sido altamente afectadas, el turismo muy afectado, lo que a su vez se extiende a la agropecuaria, que le vende al turismo cerca del 30% de su producción.

De su lado, Henri Hebrard destacó que a pesar de la crisis global, las remesas crecieron y finalizan en 8,000 millones por la solidaridad de los dominicanos y los programas federales de ayuda en Estados Unidos.

Dijo que los meses de enero y febrero fueron de crecimiento de la economía, pero entre marzo y abril, con el impacto de la pandemia del coronavirus, la caída fue de 30 por ciento, un caso espectacular.

Hebrard expresó que con la reapertura de la economía en junio se reactivaron importantes sectores, especialmente el de zonas francas, que en septiembre y octubre tuvieron el mejor desempeño en toda la historia de las zonas francas.

El turismo reaccionó pero no ha logrado despegar completamente por las políticas restrictivas de algunos países, entre los que mencionó a Canadá.
Dijo que mientras el turismo no se recupere, la economía va a estar afectada porque el sector representa un millón de empleos .