Quizás uno de los dolores más comunes y que por eso se toma como algo «normal» o menos preocupante es el de cabeza.
Sin embargo, un fuerte dolor de cabeza dependiendo de cómo sea y de cuáles otros síntomas esté acompañado (náuseas, vómitos, mareos) puede en ocasiones, ser mortal.
Y es que no todos los dolores de cabeza son iguales. Puede ser una dolencia producto del cansancio, migraña o cefalea.
Ante cualquier dolencia extraña o prolongada es recomendable buscar orientación médica. Para mayor información sobre los tipos de dolores de cabeza, a continuación compartimos una guía del sitio especializado en salud Saber Vivir.
Migraña
Si sientes un dolor pulsátil concentrado en un lado de la cabeza, se trata de una jaqueca o migraña. Va precedida de un «aura», que se manifiesta con alteraciones en la visión o el habla, hormigueo en los dedos y náuseas.
¿Cómo la reconoces?
Se caracteriza por dolorosos «pinchazos» a un solo lado de la cabeza, que suelen durar entre 4 horas y 3 días. La sensación es de latido intenso y empeora con la actividad. Hay quien incluso no soporta la luz ni el ruido, por eso no encuentran otra opción que estirarse en la cama, a oscuras y en silencio.
Cefalea tensional
El dolor intenso focalizado en las sienes o en la parte posterior de la cabeza es característico de la cefalea tensional (el más común). Suele estar causado por la contracción muscular del cuello y/o el cuero cabelludo debido a malas posturas.
¿Cómo la reconoces?
Sueles notar dolor y presión a ambos lados de la cabeza de forma generalizada (como si tuvieras una cinta que te aprieta la cabeza) y percibir tirantez en cuello, nuca y hombros. En algunos casos sientes aversión a la luz o al ruido, si bien nunca las dos a la vez (esto solo ocurre con la migraña).
En racimos
Las molestias concentradas en un lado de la cabeza y entorno a un ojo o en el mismo globo ocular son propias de la cefalea en racimo. Se desconocen sus causas, pero se apunta a una liberación súbita de las hormonas histamina o serotonina. Son crisis más cortas pero intensas, que pueden durar varios días.
¿Cómo la reconoces?
El dolor recorre la frente hasta alcanzar el ojo. Puede ir acompañado de lagrimeo en un ojo, goteo nasal, inflamación del párpado y enrojecimiento. Suele aparecer a unas determinadas horas, principalmente de noche.
Recomendación. Siempre es bueno procurar consulta o asistencia médica.