Don Negro o Abdo Yapur Ahued… Come Kibbeh, Come Kibbeh crudo

Don Negro o Abdo Yapur Ahued… Come Kibbeh, Come Kibbeh crudo

La icónica Avenida Mella

Por: Onorio Montás

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Mi hermano Gérman Rodolfo Montás González se dejó cautivar por una “turca” de San Carlos, Carmen Emilia Yapur Badillo, una apasionada militante del 1J4 que vivía en la Imbert # 37 en San Carlos. Procrearon a Germania Esther, Germán Rodolfo y Lynn Abdala.

Hija de un “turco” libanés, que todos le conocían como don Negro, un corpulento y musculoso hombre de baja estatura y unos brazos parecido a Trucutú que nunca aprendió a hablar el español, pero yo disfrutaba enormemente sentado en una lata de pintura viéndole hacer quipes, y él en un banquito de madera en el callejón de su casa. Él hacía todos los días dos latas grandes de aceite El Manicero y salía a venderlos en la calle a su gran clientela. Pasábamos “horas muertas conversando” o, mejor dicho, tratando de mantener una conversación. Él me trataba de contar como vivía en lo que fue su patria Líbano, me hablaba hasta del Cedro del Líbano, él no hablaba con todo el mundo por temor a que no le entendieran, se alegraba cuando aparecía, el hacía sus Kibbeh a mano, tenía una habilidad increíble ni siquiera doña Carmen, su esposa, una puertorriqueña de Aguadilla que le entendía perfectamente, solo lo que hacía era freírlo, porque era en lo único que permitía ayuda.

Nunca se aprendió mi nombre correctamente, no recuerdo cómo me llamaba, me decía un nombre confuso, con insistencia expresaba, “Come Kibbeh, Come Kibbeh crudo” el me insistía, que así era como alimentaba, porque además nunca los refrigeraba, “porque le cambiaba el sabor” afirmaba con mucha seguridad. Salía diariamente a venderlo hasta que se acababan.

Recuerdo que en todos los días de la revuelta de 1965 él salía a vender sus productos no importaban los tiros. Don Negro caminaba toda la zona constitucionalista vendiendo con sus dos latas en los brazos, solo hacía una parada obligada en el Comando La Canela, donde estaba el comandante René “El Feo” como él le decía a mi hermano Héctor René Montás González, le llevaba todas las tardes a mis dos hermanos a Pin y René algunos de sus enormes Kibbeh, ellos le recomendaban a don Negro “no camine por El Conde que en Los Molinos hay un asesino llamado Douglas Lucas, un francotirador que los mataba solo por verlos caer”, pero él les respondía “que tenía muchos clientes que esperaban el sonar de la lata con la tenaza, para comprarle sus quipes”…

Los “turcos” de la Mella

La razón de llamarle “turcos” a los árabes -sin importar el lugar de nacimiento- obedece a que los territorios pertenecientes a la entonces Gran Siria se encontraban bajo dominio del Imperio Turco u Otomano y los árabes que salieron con permisos y documentación legal llegaban con ese pasaporte, razón por la cual quedó el apodo de turcos para ellos y sus descendientes.

Los Gemelos Gabriel y Miguel Majluta

Raful Tony: Los mellizos son todavía un misterio. Sabemos y no sabemos. Los conocimos, pero nunca conocimos esa voluntad inconsciente de recorrer calle arriba, calle abajo, la ciudad pequeña. Hubo en sus rostros de «turcos» una inolvidable sensación de que eran dos ángeles perdidos que oían una voz que sólo ellos oyeron, de caminar una y otra vez, sin destino, sin rumbo, como si cumplieran una penitencia, pagando una culpa, gustosos de estar al día cada día con la premura innecesaria de vivir sin sentido con el corazón limpio de culpas propias o ajenas

¡Qué bueno que te acordaste de ellos!

Onorio Montás: Gemelos idénticos y eran inseparables…

Raful Tony: ¡Síiii, los recuerdo bien!

La avenida Mella le llamaban la avenida de los “Turcos”, siempre recuerdo a mis amigos Yoryi Alma (Jorge Eugenio Alma Selman), de la “Casa de los Cuadritos”, un excelente amigo, “quemó las naves y se fue a Orlando, Florida”, allá murió el 27 de junio del año 2023, y a mis dos grandes amigos idos a destiempo Jacobo Majluta Azar y Anís Vidal Dauhajre, Anís y yo fuimos miembros de un grupo durante muchos años, Al-Hakim (Hakim: este nombre de origen árabe significa doctor, médico, hombre sabio.) (Al ‘hijo de’ o ‘descendiente de Alá’, También se emplea para introducir el origen de la persona o su profesión) como le decía su tío Andrés Dauhajre, cuando lo visitaba en “La Novia de Villa”.

Hemos tenido dos presidentes “turcos” mi amigo Jacobo Majluta Azar y el actual presidente Luis Rodolfo Abinader Corona.

Inicialmente le llamaban a la hoy avenida Mella, “El Camino del Muro” que se dirigía a la zona este y el poblado de Galindo en el siglo XVI, recordemos la leyenda histórica de “Las vírgenes de Galindo”, o la invasión de los haitianos sobre la parte española de la isla de Santo Domingo el 9 de febrero de 1822 que sus desafueros, martirios y fatales destinos fueron contados por el escritor e historiador César Nicolás Penson en “Cosas añejas”.

Luego fue bautizado con el nombre avenida Capotillo y en el 1934 avenida Mella, con una extensión de 1,230 metros de largo y 9,05 metros de ancho.

La prensa escrita dominicana durante la “Era de Trujillo”

Para el 1939 se terminaron los preparativos para crear un periódico con capital trujillista “La Nación”. Con pretensión de reformar la tradición periodística nacional se contrataron a varios periodistas refugiados españoles como Elfidio Alonso y Ramón Suárez Picallo (como solo se ha hecho en otras dos oportunidades en Ultima Hora y Diario Libre), aunque se confió´ dirección al dominicano Rafael Vidal. “La Nación” salió´ a la luz el 19 de febrero de 1940 se convirtió´ en el periódico oficial de la tiranía. Se publicaba de lunes a sábado. Frente a “La Nación” quedaba el concurrido Bar Restaurant “El Trocadero” uno de los más populares y frecuentados por los capitaleños y visitantes a la capital.

Los “Turcos” dominaban la mayoría de los grandes negocios de esta importante vía de la capital comenzando por Nassim J. Diná en la esquina calle Pina uno de los primeros en vender electrodomésticos, Casa Cury Khoury o Kury, La Casa de los Cuadritos efectos deportivos, El Pájaro Azul que inicialmente fue de un judío llamado Kurt Sander que fue adquirido por la Casa Beirut de los Nesrala y le mantuvieron el nombre de “El Pájaro Azul”, Casa Macary, Fersobe, Muñeca Selmán, después había un negocio de unos “Morales” que también eran árabes, porque habían muchos apellidos que se interpretaban de acuerdo como los entendían los oficiales de migración cuando los documentaban como el caso de los Lluberes Montás Guarionex, Salvador y Zaida, que su papá apenas hablaba español le decían Pepito y en sus documentos lo identificaron como “Lluberes” que llegó por San Pedro de Macorís y lo nombraron como Jorge Lluberes Pozo y su esposa lo fue Margarita Ignacia (Inita) Montás Garabito, tuve una estrecha relación con Zaida y su hija Noris Sánchez, destacada periodista retirada.

Así como pasa con muchos nombres y apellidos, que son distorsionados por los escribientes.

Casa Tonos, unos hermanos Jordanos Issa Miladeh, La Pantalonera hoy Batissa de Atto y Man Isa, Miguel Terc que vendía mesas de billar y era campeón internacional de una modalidad de ese deporte. Los “Turcos” de la Mella tenían la mayoría de los negocios junto a los españoles y uno que otro chino.

Recuerdo siempre cuando en la época en la “Era de Trujillo” existía la educación Primaria, Intermedia y Secundaria estudiando en el Liceo República Argentina sucedía por la cercanía con la Avenida Mella había muchos “Turcos”, una gran cantidad de sus descendientes, eran nuestros grandes condiscípulos entre ellos José Enrique Lois Malkun. El día del siguiente del 30 de mayo de 1961 se quería dar la impresión de que todo estaba normal en el país, no recuerdo bajo que excusa nos despacharon, yo sabía que había matado a chapita porque Rafael Rivas (Rafa), sargento de la Policía Nacional que había salido de la Feria Ganadera directo a mi casa, donde estaba de servicio para decirle a mi mamá que habían matado al “chivo”, solo en la mañana siguiente me había atrevido a comentárselo a Radhamés Cuesta Ortega compañero de la Ciriaco Remires y acompañante de ruta a pie hacía el liceo todos los días, pasando por el llamado “parquecito de los caliés”, cuando notamos que no había ni un solo agente del SIM esperando para entrar al servicio. Continuará…

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