Las empresas del ex presidente estadounidense Donald Trump inflaron el valor de sus propiedades o distorsionaron a su conveniencia su valor ante financieras, inversores, aseguradoras y otros actores económicos y del sector inmobiliario, según un informe de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, publicado ayer.
El informe, de 160 páginas y del que se hicieron eco los diarios The New York Times y The Washington Post, entre otros medios, asegura haber hallado una cantidad notable de supuestas discrepancias entre la situación real de las propiedades del ex presidente y lo declarado a entidades financieras, aseguradoras y al mismo Servicio de Rentas Internas (IRS, encargado de la recaudación de impuestos), para conseguir ventajas y millones de dólares en ahorros fiscales.
Con este informe, James pretende apoyar su petición para que tanto Donald Trump como sus hijos tengan que testificar en el caso que tienen abierto en los tribunales de Nueva York, y en el que son objeto de una intensa investigación, ya que temen haya cometido fraude.