El presidente saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidió este miércoles a sus seguidores no incurrir en “violencia” ni romper la ley ante las múltiples informaciones que apuntan a posibles nuevas manifestaciones en los días previos y durante la toma de posesión del mandatario electo, Joe Biden, el próximo 20 de enero.
Luego de los disturbios en el Capitolio el pasado miércoles, Trump instó a la calma y afirmó que se oponía a cualquier tipo de violencia entre sus partidarios mientras el Congreso debatía su destitución por incitar a la insurrección.
“A la luz de los informes de más manifestaciones, insto a que NO haya violencia, NINGUNA violación de la ley y NINGÚN tipo de vandalismo. Eso no es lo que yo defiendo, y no es lo que Estados Unidos defiende”, señaló Trump en una declaración publicada por la Casa Blanca.
Y añadió: “Hago un llamamiento a TODOS los estadounidenses para que ayuden a aliviar las tensiones y calmar los ánimos. Gracias”.
Trump ha mandado mensajes contradictorios sobre el asalto de sus seguidores al Capitolio: durante el ataque les describió como “gente muy especial”, pero después intentó distanciarse de ellos y condenar la violencia.
Este martes, Trump evitó asumir ningún tipo de responsabilidad por lo ocurrido y defendió como “totalmente apropiado” el discurso que dio antes del asalto al Capitolio, en el que instó a sus seguidores a dirigirse al Congreso para evitar que los legisladores ratificaran la victoria de Biden.
Su nuevo mensaje llega dos días después de que el Buró Federal de Investigación (FBI) advirtiera de que seguidores radicales de Trump planean “protestas armadas” previstas en todos los 50 estados del país entre el día 16 y el 20, cuando tomará posesión Biden.
Los grupos extremistas, que tras el cierre de miles de sus cuentas en Twitter y el bloqueo a la red social conservadora Parler han comenzado a coordinarse en aplicaciones encriptadas de mensajería como Telegram, también han amenazado con un posible nuevo asalto al Capitolio o a las sedes de los congresos estatales.
Pese a la petición de Trump de evitar la violencia, algunos analistas creen que el mandatario saliente ha envalentonado todavía más a los extremistas con sus afirmaciones de este martes de que el juicio político que se está preparando en el Congreso está generando mucho “enfado” en el país.
La violencia de la semana pasada ha llevado a reforzar al máximo la seguridad en Washington, y se espera que antes de la investidura estén activados más de 20.000 efectivos de la Guardia Nacional, que ya protegen el Capitolio desde hace días.