«Yo siempre he escrito. Desde antes de leer ya escribía. Lo necesitaba. Pero lo hacía mal. ¿La razón? No se puede escribir bien si uno no posee el hábito de la lectura. Sin leer, imposible escribir. Y comencé a escribir para conocer el mundo y, sin darme cuenta, empecé a conocerme mejor. Llegaba a conclusiones que antes se me escapaban.
En todos mis libros -que ya son bastantes; no sé si demasiados- intento hacer literatura, pero dejando vías abiertas a la reflexión. De paso, a los sueños. Antonio García Teijeiro.
Los Encuentros de las últimas semanas, principalmente los dos dedicados a la historia de mis Encuentros, han llamado la atención de mis lectores. He recibido muchos mensajes personales y algunos correos. Me preguntaron varias veces: ¿Cómo elijo los temas? ¿Hago alguna programación o es espontáneo? Les prometí contestar.
En un pequeño cuaderno rojo escribo los temas que gustaría abordar en estos Encuentros. Hay de todo. Algunos son temas académicos que me gustaría conocer y profundizar o autores a quienes admiro y deseo adentrarme en sus pensamientos.
Muchos de mis artículos son coyunturales, como los que escribí sobre las elecciones dominicanas y la política internacional hace unos meses. Sin embargo, muchas veces, después de haber hecho una programación, en el que coloco por semana cada tema, decido romper y dar riendas sueltas a mis dedos y mi alma. Por ejemplo, para el mes de febrero quería hacer una serie sobre educación; pero al ver los desmanes de la sociedad durante el largo fin de semana, escribí lo que guió mi alma sobre la soledad impuesta.
Me preguntaron también algunos lectores si escribía estos artículos por la paga. Solo sonreí. Escribo estos artículos, este viaje al interior de mi alma porque amo escribir, y adoro tener corazones que escuchan y sienten lo que expresan mis palabras.
Escribo con la disciplina de un militar estas 1,100 palabras para satisfacer mis ansias de aprender y de expresar lo que siento y siento. Jamás por dinero. Tengo la dicha de haber recibido el don de escribir. Y el ejercicio continuo me ha ayudado a desarrollarlo. Como he dicho otras veces, estos Encuentros nacen del alma y la razón.
Muchos Encuentros son de índole netamente humana. Estos temas aburren a algunos de mis lectores, pero también son los preferidos de otros tantos. Escribir con los ojos de mi alma, me permite abrir esa puerta escondida en mi interior; o parafraseando al escritor argentino Adolfo Bioy Cesares, autor de novelas de ficción y dramas, cuando uno escribe construye un nuevo espacio en la casa de la vida.
En sus novelas siempre aparecía una reflexión sobre la vida, sus pesares, sus dilemas y esperanzas. El escritor es un reflejo de su tiempo; y con sus palabras expresa las enseñanzas aprendidas de sus propias vivencias o de sus observaciones. Y vuelvo a Bioy Cesares y sus reflexiones: “La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir.” ¡Qué verdad tan dura y cierta!
Bioy Cesares, nacido en una familia acomodada, por lo cual recibió una educación esmerada y refinada, tenía sus propios fantasmas y decidió abrirse al mundo de los libros, empezando por la literatura. Escribió, mucho hasta su muerte en 1999, y a través de la escritura de ficción, logró canalizar sus más secretos pensamientos y sentimientos.
Su don de escribir le hizo merecedor del Premio Cervantes en 1990, el máximo galardón de las letras hispánicas.
Guardando las distancias, como Bioy Cesares, los libros han abierto mi horizonte, no mi deseo de vivir.
Gracias a Dios que siempre, aún en mis momentos de mayor incertidumbre, he tenido ganas de seguir caminando, a pesar de las caídas y golpes. Pero leer, conocer cosas nuevas es ampliar mi universo; es llegar a lugares inimaginables. En cada página leída, en cada autor estudiado, hago conciencia de mi pequeñez, de mi necesidad urgente de seguir aprendiendo. Pero en ese largo e interminable proceso, entiendo que nunca podré responder a todas mis preguntas; porque mientras más leo e investigo, más se agitan mis dudas y mi necesidad de búsqueda.
Estos Encuentros, mis Encuentros, han estado presente en mi evolución existencial. Ustedes, los lectores, han sido eternas fuentes de inspiración con sus preguntas, sus críticas y sus alientos. Finalizo este Encuentro del primer sábado de febrero con otras maravillosas reflexiones de Bioy Cesares.
«Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros»
«Hay tanta gente que escribe para lucirse… Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones»
«La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura»
«En infinitos mundos mi situación será la misma, pero tal vez la causa de mi encierro gradualmente pierda su nobleza, hasta ser sórdida, y quizá mis líneas tengan, en otros mundos, la innegable superioridad de un adjetivo feliz»
«La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo»