Dorian comenzó este martes a abandonar el noroeste de Bahamas, donde más de 60.000 personas necesitan ayuda humanitaria tras la que ya se considera la peor catástrofe en la historia del archipiélago, cuyo Gobierno confirmó 5 muertos y señaló que esa cifra es provisional y puede aumentar mucho más.
El grado de la tragedia sin precedentes de la que habla el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, va conociéndose según pasan las horas, aunque es una incógnita la cifra de muertos, una vez que las autoridades han reconocido que habrá que modificar los 5 fallecidos, un número que nadie cree.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE.UU. informó en su último boletín que Dorian, que bajó a categoría 2 tras ensañarse con Bahamas en la escala 5, la mayor de Saffir-Simpson, se aleja de este archipiélago en dirección noroeste a unas 5 millas por hora (7 km/h).
“Advierto a los bahameños de la posibilidad de que encontremos más personas muertas. Se trata de algo real”, sostuvo el ministro de Seguridad Nacional de Bahamas, Marvin Dames, sin dar más detalles.
La advertencia del funcionario llega después de que medios del archipiélago rebatieran las 5 muertes y apuntaran que fuentes sobre el terreno hablaban de cadáveres que en un primer momento pudieron verse flotar sobre las inundadas tierras de las Islas Ábaco, en el noroeste del archipiélago, la primera escala de Dorian por las Bahamas.
El primer ministro tiene previsto dar una conferencia de prensa esta noche, momento en el que se esperan más detalles sobre la cifra real de fallecidos. Con el progresivo alejamiento del huracán comienza la tarea de conocer cuál es el alcance real de los daños provocados por Dorian en el archipiélago.
El portavoz del Programa Mundial de Alimentos -el mayor brazo humanitario de la ONU-, Herve Verhoosel, dijo que se estima que 14.000 personas en las Islas Ábaco y 47.000 en Gran Bahama necesitarán ayuda alimentaria a corto plazo.
El organismo ha enviado a cuatro especialistas de las áreas de seguridad alimentaria, telecomunicaciones de emergencia y logística para ayudar al Gobierno a realizar una evaluación rápida de la situación, que estará lista en tres días.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) señalaron por su parte que la hipótesis con la que encara la situación humanitaria en Bahamas es que de cada persona en esos dos grupos de islas necesitará recibir algún tipo de ayuda.
Los cálculos iniciales apunta a que unas 62.000 personas en Islas Ábaco y Gran Bahama necesitarán agua potable, ya que las inundaciones han contaminado los sistemas de distribución de agua con agua salada. Los dos grupos de islas quedaron completamente destrozadas en lo que ya se considera la peor tragedia de la historia del archipiélago.
La devastación fue tan grande que una foto de satélite de la compañía ICEYE muestra que el 60 % de la superficie de la isla de Gran Bahama quedó bajo el agua a causa de las marejadas y lluvia aparejadas al huracán.
El aeropuerto de Freeport, capital de Gran Bahama, se encuentra sumergido bajo el agua a excepción del último piso, tal y como muestran imágenes y videos divulgados en las redes sociales. En algunas zonas de Freeport solo es visible el tejado de las viviendas y muchas personas se agolpan en los mismos para esperar a que puedan ser rescatadas.
Miles de casas se encuentran inundadas y solo es visible el último piso y las calles se han convertido en ríos. Además, la Cruz Roja estima en 13.000 las viviendas destruidas por el azote de Dorian.
La Guardia Costera de Estados Unidos trabaja desde el lunes con sus embarcaciones en tareas de rescate en las Islas Ábaco, donde las imágenes divulgadas en las redes sociales muestran un territorio convertido en ríos de agua en los que hay que moverse con lanchas.
La Organización de Turismo del Caribe (CTO, en inglés), con sede en Barbados, anunció hoy a través de un comunicado que activó su Fondo de Ayuda para Huracanes con el objetivo de contribuir a paliar los daños causados a las Bahamas.