LOS ÁNGELES — Doris Day, actriz y cantante de voz dulce cuyos dramas, musicales y comedias inocentemente sensuales la convirtieron en una de las más grandes estrellas de las décadas de 1950 y 60 y en una de las actrices de cine más populares de la historia, falleció. Tenía 97 años.
Su fundación, The Doris Day Animal Foundation, confirmó que Day murió la madrugada del lunes en su casa en Carmel Valley, California. Dijo que estaba rodeada de amigos cercanos.
“Day había disfrutado de una excelente salud física para su edad, hasta que contrajo recientemente un caso grave de pulmonía que resultó en su deceso”, dijo la fundación en un comunicado.
Su rítmica voz de contralto, su belleza rubia e íntegra y su resplandeciente sonrisa le merecieron una serie de éxitos en la música y en Hollywood que incluyeron cintas como “Pillow Talk” (“Problemas de alcoba”) y “That Touch of Mink” (“Amor al vuelo”) y canciones como “Whatever Will Be, Will Be (Qué Será, Será)”, incluida en el filme de Alfred Hitchcock “The Man Who Knew Too Much” (“En manos del destino”).
Con el tiempo, su alegre y aliterado nombre artístico representó una época de inocencia y amor limpio, un mundo paralelo al de su contemporánea Marilyn Monroe. El chiste de la época, atribuido a Groucho Marx y el actor y compositor Oscar Levant, era que conocían a Day desde “antes que fuera virgen”.
La propia artista no fue ninguna Doris Day, por elección propia y por mala suerte.
En “Pillow Talk” (1959), su primera de tres películas con Rock Hudson, alcanzó con orgullo eso que calificó como “la contemporánea en mí”. Y en su revelador libro de 1976, “Doris Day: Her Own Story”, habló de problemas de dinero y tres matrimonios fracasados que contrastaban con la imagen feliz publicitada de la actriz en Hollywood.
“Tengo la desafortunada reputación de Señorita Mojigata, la Virgen de América y todo eso, así que temo que algunos se conmocionen cuando diga esto, pero creo firmemente que dos personas no deben casarse hasta que hayan vivido juntas”, escribió.
Nunca ganó un premio Oscar, pero recibió la Medalla Presidencial de la Libertad en el 2004, cuando George W. Bush declaró que fue “un buen día para Estados Unidos cuando Doris Marianne von Kappelhoff de Evanston, Ohio decidió convertirse en artista”.
Day celebró su 97mo cumpleaños el 3 de abril.