— Daniel: Amigo y hermano Samuel Luna, siempre que pienso en la República Dominicana me llegan muchos recuerdos. — Samuel: Así es Daniel, te veo desde que era un niño creciendo en Santiago de los Caballeros, en un país hispanoparlante y caribeño, y tú con tu rostro anglosajón. – Daniel: Oh Samuel, nunca olvido que crecí en dos mundos y en dos culturas; la herencia norteamericana de mis padres y la herencia dominicana de mi entorno. – Samuel: Entiendo que ha escrito una carta y no es para recordar tu niñez. – Daniel: Así es Samuel, ahora que estoy en los Estados Unidos, pensé en el período electoral que ustedes están enfrentando. – Daniel: Oye Samuel, antes de leer la carta, quiero hacerte una pregunta: – ¿La lechonera de Milito sigue abierta? – Samuel: ¡Nooo Daniel! -Daniel: Oye, mis padres me enviaron con frecuencia a donde Milito, recuerdo esos plátanos maduro y el moro de ellos era buenísimo. – Samuel: Ay mi amigo de infancia; Daniel, te recuerdo la frase de Heráclito, que expresó: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”.
-Daniel: Hablando de cambios y de pasar en el tiempo, como partícipe de dos culturas, quise enviarte esta carta para que sirva de puente y reconciliación en este período de elecciones. Porque siempre he deseado ver a mi otro país, República Dominicana, con un constante desarrollo. – Samuel: Apreciado amigo Daniel Bonney, ¿y qué consejo me podrías dar para este período electoral? – Daniel: Quiero decirte que en esta temporada electoral, para nuestro país, es un momento en el que quizás más que cualquier otro, nosotros, como practicantes de una fe que nos demanda y exige amar a los demás, podemos dejar brillar nuestra luz en este contexto de tensión y de competencia. -Samuel: Escucha bien Daniel, la fe y la política deberían funcionar de forma mutua o simbiótica. Una debería apoyar a la otra para el bien de los ciudadanos. El problema es que aquí hacemos una separación, somos seculares y el domingo seguimos a Jesús.
-Daniel: Muy interesante lo que tú ha expresado. Además, la cultura política en el dominicano es compleja. Este es un momento en el que nuestros políticos se aprovechan de nuestros miedos y tienden a enfrentar a un lado contra el otro. Es una estrategia que ha funcionado bien porque ciertamente “energiza las bases” de sus respectivos partidos y consigue el voto. Lamentablemente muchas veces estas mismas estrategias demonizan y deshumanizan a su oponente político. – Samuel: La política es casi una religión sin un Cristo crucificado. – Daniel: Es por eso Samy que yo hago un llamado
como seguidores de Jesucristo, independientemente de nuestras inclinaciones políticas, a practicar el camino de Jesús, siempre, pero especialmente a medida que nos acercamos a los próximos meses previos a nuestras elecciones nacionales. Que permitamos que el camino de Jesús sea nuestra guía.
-Samuel: ¿Y cómo podemos leer esa guía? ¿Cómo decodificarla y llevarla a la praxis? -Daniel: En primer lugar, Jesús cree que vale la pena morir por todas las personas. Por lo tanto, cualquier cosa que hagamos que denigre o deshumanice a otra persona debido a su postura política no es lo que Jesús haría. Esto no significa que no podamos estar en desacuerdo, pero nunca debemos menospreciarlos. – Daniel: En segundo lugar, Jesús nos mostró y nos enseña a orar por nuestros enemigos, incluso a servir a nuestros enemigos. Lavó los pies de Judas justo antes de que Judas lo traicionara. Por lo tanto, una de las actitudes más cristianas que podemos tener es aquella en la que servimos y bendecimos activamente a aquellos que tienen una posición política diferente a la nuestra. — Daniel: En tercer lugar, aquellos que estaban lejos de las estructuras de poder de aquella época estaban a salvo con Jesús. Se sintieron seguros para expresarse y estar con Jesús. Los “pecadores”, los leprosos, los niños y las mujeres se reunieron alrededor de Jesús. Había algo en Jesús que abría el diálogo en lugar de cerrarlo, y fomentaba las relaciones en lugar del aislamiento.
— Samuel: Es interesante Daniel, porque hemos aprendido a odiar a todos aquellos que difieren de nosotros. Convertimos la democracia en una guerra y despilfarro de dinero para poder escalar. Nos aislamos del pueblo a través de nuestras malas acciones y generamos muerte física
y emocional.
— Daniel: Es que ese Jesús fue saludable y atractivo; por lo tanto, cuando nos reunamos, tengamos cuidado, antes de hablar debemos reflexionar. Debemos hacernos las preguntas: ¿Contribuye lo que voy a decir a un entorno que fomente la apertura independientemente de su afiliación política? ¿Mis comentarios comunican una actitud abierta y de escucha hacia aquellos que tal vez piensan diferente a mí? ¿Lo que digo y cómo lo digo construye un puente o construye un muro?
— Daniel: Como hijo de dos anglosajones y al mismo tiempo rodeado de la cultura dominicana, creo que seguir a Jesús es más que un culto o una misa, debemos seguir a Jesús en nuestra comunidad practicando el camino de la encarnación. Jesús buscó comprender, hasta el punto de llegar a ser como nosotros en todo. Que no nos apresuremos a juzgar, sino que busquemos comprender a quienes son diferentes a nosotros.
— Samuel: Oye, lo que tú dices es complicado, porque no tenemos una teología clara sobre el poder. No entendemos para qué es el poder. Me gustaría aclarar algo, amar en el contexto del Estado conlleva castigo. Amar no es quedarse neutral, hay que tomar posiciones que chocarán con los intereses de muchas personas invisibles pero con poder. Entiendo que podemos caminar en amor, pero ese amor se manifiesta de diferentes formas: Confrontación, Castigo, Escuchar, Aceptar y Tolerar.
— Daniel: Practicar el camino del amor es encarnar la cruz completa. La forma más elevada de amor es Jesús en la cruz, dando su vida por nosotros. Él nos llama a amar así. Que todos sepamos en el fondo de nuestro corazón que mi hermano o hermana de diferentes partidos políticos también son mis compatriotas y estamos luchando por el mismo ideal. daría su vida por mí” independientemente de por quién vote en noviembre. ¡Que seamos agentes de vida y de paz!
— Samuel: Gracias Danie, que bueno sentir que podemos estar en política, diferir, hasta confrontar sin llegar a la parte donde nos deshumanizamos. Espero verte pronto, amigo de dos mundos.
Nota:
Daniel Bonney nació en los Estados Unidos, llegó de 4 semanas de nacido a Santiago de los Caballeros. Sus padres son anglosajones y Daniel es bicultural ( Cien por ciento anglosajón y cien por ciento dominicano).