El Ministerio Público se vio precisado ayer a interrumpir la lectura de la acusación contra los 63 encartados en el caso Medusa, debido a una emergencia de salud que se le presentó a la imputada Altagracia Guillén.
La excoordinadora administrativa y financiera de la Procuraduría General, quien guarda arresto domiciliario como medida de coerción, tuvo que ser llevada a una emergencia donde los médicos que la atendieron le recomendaron reposo por 24 horas, según confirmó el MP.
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A los fines de avanzar el proceso, el juez del Tercer Juzgado de la Instrucción Amaury Martínez, calendarizó las audiencias para ser celebradas los días martes y viernes de cada semana, de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, sin embargo, tampoco podrá audicionar el próximo viernes 23 como estaba programado, debido a un permiso que para ausentarse del país solicitó otra imputada.
Se trata de la pastora Rossanna Vianela Pimentel, quien figura como encartada en Medusa junto a su hijo César Nicolás Risik, quien tendrá que ausentarse del país para estar presente en una intervención quirúrgica que le harán en Colombia a uno de sus nietos.
Tanto el juez como el MP entendieron que se trata de una situación humanitaria que no se puede obviar.
Ante ambas situaciones, el magistrado Martínez fijó la continuación de la audiencia para el próximo martes 27 a las 9:00 de la mañana, en la Sala número 5 del edifico que aloja la Corte de Apelación del Distrito Nacional.