Es bien sabido que la economía de una nación jamás puede depender exclusivamente de las importaciones, esto es, las compras desde el exterior, pues cualquier colapso externo acabaría exponiendo la precariedad productiva subyacente. En cambio, el concepto desarrollo implica para un país la dependencia fundamental de las exportaciones, es decir, de las ventas de productos y servicios al exterior, un rasgo esencial para la obtención de divisas fuertes, el empleo masivo de mano de obra local y la consecución de transferencia tecnológica, entre otras ventajas.
Por ende, tiene sentido profundo el anuncio oficial de que el Gobierno iniciará pronto el desmonte gradual de productos importados para la alimentación escolar, formulado por el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien avanzó que la meta de la administración del presidente Danilo Medina está fijada en servir únicamente leche nacional en las escuelas públicas para el año 2020.
El presidente Medina definió al turismo como “el petróleo dominicano” al resaltar las aportaciones de la industria turística a la economía y al desarrollo, durante un homenaje que la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos del Este rindió al gobernante, quien reconoció que el Gobierno debe gratitud a los hoteleros “porque han confiado en el país para hacer crecer ese sector”.
Abordando el tema lechero en lapremiación de la Asociación de Hacendados y Agricultores, Peralta expresó que el Gobierno ha otorgado el mayor respaldo a la agropecuaria en la historia nacional; por ello el país produce el 80% de los alimentos que consume. La producción de leche aumentó de 550 millones de litros el año 2012 a 800 mil litros durante el presente 2017.
Son dos anuncios formidables: desmonte importación de leche y más de 6 millones de turistas.