El tiempo apremia. Se intensifican los esfuerzos del equipo de profesionales que trabaja en las renovaciones de la Catedral Primada de América y de todas las edificaciones del Arzobispado de Santo Domingo, en una acción que describe el arquitecto y urbanista Eugenio Pérez Montás como “una dinámica nunca vista”.
Sin embargo, está dinámica en edificios y calles de la Ciudad Colonial requiere de proyectos adicionales que deben ejecutarse para complementar la restauración de los grandes monumentos y sus entornos. Implica, además, la planificación y demanda de mecanismos institucionales firmes, que coordinen acciones para no convertir la zona de la Ciudad Colonial en un pandemonium. En 1990 esa parte de la ciudad de Santo Domingo fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Algunas instituciones públicas comparten responsabilidades en estas tareas, tales como los ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo; Turismo; Cultura; y la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE); y el Fondo para la Protección de la Ciudad Colonial, que administra algunos inmuebles del Estado. Con estos recursos se le ha dado mantenimiento a los grandes monumentos de la Ciudad Colonial. En programas simultáneos participan el Arzobispado de Santo Domingo (que preside varios organismos gracias al peso de su presencia tradicional) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que otorgó un financiamiento de 30 millones de dólares para invertir en numerosos proyectos, tales como: obras de infraestructura; renovación de museos; intervenciones en vecindarios de la Ciudad Colonial y entornos monumentales, etc. Esos recursos son manejados por las autoridades de turismo bajo la dirección autorizada de la arquitecta Maribel Villalona.
En lo que respecta al compromiso del Cardenal López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo, Pérez Montás refiere que “se han contratado especialistas del más alto nivel para colaborar en el manejo de la planimetría y restauración de la Catedral, utilizando tecnología de vanguardia y el diseño de materiales para curar patologías. La piedra está enferma. Se diagnostican enfermedades, y se protegen los materiales. Se diseñan productos de laboratorio para uso específicos que van a interactuar con los conservadores de la Oficina de la Obra de la Basílica”.
Se trata de un operativo a gran escala, de varios años de duración, que contempla una intervención masiva en toda la estructura del monumento, tanto interior como exterior, que asume por lo menos ocho componentes.
“Los recursos llegaron al Arzobispado de Santo Domingo vía el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, autorizados por el Presidente Danilo Medina y con la colaboración y buena voluntad del Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, para fortalecer las inversiones que está llevando a cabo el gobierno dominicano en la Ciudad Colonial”. Se espera que el proyecto termine a finales del 2015.
Proyectos complementarios. Pérez Montás entiende que los dos grandes componentes que se manejan actualmente en la Ciudad Colonial implican una transformación radical de esa zona, y por consiguiente requiere una estricta coordinación, lo que implica necesariamente la ejecución de proyectos complementarios para que el resultado constituya un modelo.
Los dos grandes componentes que se están manejando actualmente en la Ciudad Colonial provocarán una transformación radical que requiere proyectos complementarios en tres importantes aspectos:
1.-Reordenamiento del tránsito vehicular y peatonal, que requiere áreas de estacionamientos y circuitos diseñados para grupos. Este es una de las grandes debilidades que deben ser corregidas.
2.-Control institucional. Participan muchas instituciones públicas y privadas, algunas con un rol indefinido y sin coordinación.
3.-Falta de servicios turísticos. Asunto que constituye un reto a corto plazo. Entendemos que este tema esta siendo estudiado por el Ministerio de Turismo.
“Los centros de las ciudades históricas son peatonales. Esa transformación es la parte social del proyecto y va a afectar los vecindarios tradicionales; el comercio; la recogida de basura; el consumo de energía eléctrica; y la demanda de servicios. Se requiere pues un plan de manejo consensuado, debidamente estructurado con la precisión de un mecanismo de reloj.
Menciona, además, otros problemas que podrían tornarse en inconvenientes: Los servicios turísticos en la zona colonial, particularmente en el entorno de la Catedral. ¿Cómo manejar los servicios para turistas que visitarán esa parte de la ciudad en circuitos preestablecidos?
“Se espera que cuando inauguren la autovía del Este, anunciada para el mes de diciembre por el Ministerio de Obras Públicas, a la Ciudad Colonial llegarán diariamente mas de medio centenar de autobuses llenos de turistas de la zona de Bávaro y Punta Cana. A esa masa de visitantes deben agregarse en ciertos periodos, tanto los cruceros como la población local.
Otro aspecto a revisar es el control institucional. Existen muchos organismos involucrados en la problemática actuando de manera independiente, sin coordinación programática.