Hace unas tres semanas la situación sociopolítica en Haití se ha venido deteriorando con reclamos por el alto costo de la vida, la escasez de combustible, la inseguridad, las manifestaciones contra el primer ministro Ariel Henry y este martes y miércoles pasados las protestas se recrudecieron tras anunciar el primer ministro el alza de los combustibles. Los manifestantes repudian al mandatario haitiano de quien piden su dimisión y han atacado a personas allegadas a este como es el caso de André Michel vocero de Sector Democrático Popular (SDP) uno de los partidos de la coalición gobernante cuya residencia fue atacada e incendiaron un vehículo tras romper la verja principal.
Es en este contexto que el personal civil de la embajada y los consulados dominicanos en Haití fue trasladado al territorio nacional tras el cierre de las instalaciones diplomáticas y consulares ante los riesgos de la violencia producida por la gran crisis política, económica y social en que se encuentra aquel país que de acuerdo con las autoridades dominicanas volverán a estar operativas cuando cese la violencia allí y esté garantizada la seguridad del personal diplomático dominicano. Lo que se suma a la prohibición de entrada al exministro haitiano Claude Joseph a territorio dominicano. De su lado, Francia, España, México y Canadá anunciaron el cierre de sus embajadas en Haití hasta nuevo aviso, debido a estos acontecimientos que han dejado como resultado la muerte de varias personas.
Estas medidas tomadas por el gobierno dominicano que son normales en cualquier Estado-nación podrían haber sido no muy bien vista por sectores locales y extranjeros y la visita oficial del presidente dominicano Luis Abinader a Washington podría ser un llamado para el “jalón” de orejas. Esto porque cada vez que República Dominicana ejerce sus prerrogativas constitucionales y sus derechos soberanos como actor internacional pareciera molestar en Estados Unidos, Canadá, Francia, Venezuela y Cuba.
Estas elucubraciones cobran más fuerza toda vez que el presidente Abinader agotó su agenda en Estados Unidos, sin ofrecer detalles. Donde se reunió, entre otros, con la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, con Nancy Pelosi presidenta de la Cámara de Representantes, También se reunió en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con su presidente Mauricio Claver-Carone y en la sede de la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), con su administradora, Samantha Power.
Pero, también se reunió con el senador Bob Menéndez, jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. Y también con Juan González, Asistente Especial del presidente Joe Biden y director Principal del Consejo Nacional de Seguridad para el hemisferio occidental y con Philip Gordon, asesor de Seguridad Nacional de la vicepresidenta Kamala Harris. Sin embargo, no se informó sobre los detalles de esos encuentros.
Si bien, desde la presidencia dominicana se informó el sábado pasado que el encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris era la continuación de las conversaciones sostenidas el 9 de junio pasado, en la IX Cumbre de las Américas, enmarcado en el interés del presidente Joe Biden, en la Comunidad del Caribe (CARICOM).
No obstante, dada la manera en que este viaje se produjo, siendo anunciado apresuradamente, algo que no es muy común en este tipo de eventos y máxime para los presidentes en Latinoamérica, cuyas reuniones oficiales con autoridades estadounidenses de primer nivel, se anuncian con mucho tiempo de antelación. Siendo esto aprovechado para hacer relaciones públicas por ambas partes y en América Latina es algo que se presume y exhibe como trofeo político. Por lo que es algo anormal que se anunciara esto el domingo, precisamente para este miércoles y jueves pasados. Dejando claro que fue algo no planificado e imprevisto.
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Entonces, dado que el poder ejecutivo prohibió la entrada del exministro haitiano Claude Joseph y la de otra docena de haitianos sindicados como lideres de bandas criminales. A lo que se le puede sumar el cierre de la embajada y consulados dominicanos en Haití. Y Washington rápidamente llama al presidente dominicano a “fraternizar”. Uno se lo encuentra como ¿Qué oportuno? ¿no?
Inicialmente la reunión era con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pero pudimos observar, según se fue desarrollando la visita, con todos los pesos pesados de la política exterior de Estados Unidos con quienes se reunió el presidente Luis Abinader. Empezando por la presidenta de la cámara de representantes Nancy Pelosi quien recientemente provocó un incidente internacional entre China, Estados Unidos y Taiwán con una cuestionada visita a aquella isla.
Entonces, uno presume que este viaje en definitiva fue para “halarle las orejas” y llamarle la atención por las actuaciones del gobierno dominicano ante una crisis haitiana que cada vez luce más sin control. ¿Qué trataron las autoridades estadounidenses con el presidente Abinader que es tan fuerte que no se ha hecho público? ¿Afecta lo tratado la soberanía nacional? ¿Se han hecho amenazas a República Dominicana ante la determinación que ha mostrado el presidente Luis Abinader frente al tema haitiano?
Son preguntas que hay que responder a este pueblo, pues tenemos todo el derecho. Sobre todo, si se quiere limitar la soberanía nacional que tanta sangre ha costado a este pueblo. Hay que hablarle al país sobre ello y a qué tipo de compromisos llegó el presidente Luis Abinader, si es que llegó a alguno. Esto es muy importante presidente Abinader, fundamentalmente en momentos en que el pueblo dominicano tiene una muy buena imagen de usted. Ya que en usted ve, por primera vez en mucho tiempo, a un presidente muy comprometido con acciones coherentes y coordinadas contra la gran problemática que es para los dominicanos el tema haitiano.