Tres expertos plantearon anoche que la reforma fiscal que sometería el Gobierno debe enfocarse en combatir la evasión de la “informalidad diabólica”, en reformular el anticipo, en la equidad impositiva, las exenciones y en compensar a la clase media con mejores servicios públicos. Afirmaron, asimismo, que el nivel de evasión fiscal en el país es todavía muy alto.
Los economistas Jaime Aristy Escuder, Magín Díaz y Miguel Collado trataron el tema en un conversatorio sobre “Perspectivas de la Reforma Fiscal”, que organizó la Escuela de Negocios y la de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en Santo Domingo.
Coincidieron en que pese a que el Gobierno dice que la reforma fiscal que someterá al Congreso Nacional será integral, aún no ha consultado a reconocidos expertos con amplios conocimientos en el tema, algunos de los cuales participaron en la reforma fiscal de 1992.
Insistieron en que la propuesta de reforma fiscal debe llevar un análisis sobre su impacto, en especial sobre los más pobres.
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Sobre el sector informal estiman que aunque hay muchos negocios que no pueden pagar impuestos por sus escasos beneficios, hay otros los de la “informalidad, diabólica”, que tienen negocios que generan grandes ganancias, pero no tributan, a quienes deben perseguir y cobrar.
Sobre el anticipo a los beneficios que se cobra a las empresas varias veces al año, plantearon que deben revisarlo, pero estiman que en países como República Dominicana, donde la evasión tributaria es tan alta, ese es un mecanismo de recaudación segura.
También apoyaron una revisión de las exenciones que se ofrece a determinados sectores, para determinar si sus aportes al Estado realmente compensa el sacrificio fiscal.
Aristy Escuder planteó que en una reforma fiscal se debe observar los bienes a gravar, la distribución de las cargas y las tasas; resultados, los ingresos de los posibles contribuyentes, efectos sobre los productores y consumidores; condiciones y grados de competencia del mercado, los grupos y rentas exentos del pago de impuestos y cómo afectaría en los pobres.
Igualmente debe asegurarse de que quien gana más dinero sea el que pague más impuestos y compensar con mejores servicios públicos a la clase media, sobre la que cae siempre el mayor peso de la carga.
Magín Díaz, exdirector de la DGII, afirmó que el Gobierno ha sido lento en la persecución de los evasores de impuesto y que el sistema tributario es deficiente y distorsionante.
Collado planteó que en una reforma fiscal integral son importantes los incentivos a sectores productivos y a inversiones que aportan capitales frescos y generen empleos y riqueza.