Edades superiores

Edades superiores

Julio Ravelo Astacio

Por Julio Ravelo Astacio

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En muchas personas existe la tendencia a catalogar, definir, calificar a otras sin detenerse mucho en valorar las repercusiones que sus juicios pudieran tener sobre las mismas.

En ocasiones se puede tomar parte de una región o país, un segmento de lapoblación, una comunidad específica y catalogarla. Así ocurre con el término “viejo”.

Julio Ravelo Astacio, “Pero él cree que está vivo”, “Esa doña no se respeta, con tantos años, una vieja y con esa ropa como si fuera una muchachita”, Julio Ravelo Astacio

Cada etapa de la vida tiene sus encantos, cada una de ellas es la apropiada para realizar tareas puntuales en el desarrollo de las personas. En la infancia: tomar su leche del seno, gatear, caminar, ser vacunado, correr, hablar. En la niñez: ir al colegio o la escuela, aprender a socializar y compartir con los demás, aprender a leer y escribir. Adolescencia: avanzar en su desarrollo físico y mental, en sus estudios, aunque por inmadurez y creencia de que todo lo sabe y puede tiene frecuentes conflictos. Adulto joven: adquiere formación teórica o profesional que lo preparan para el trabajo, buscar trabajo, procurar una pareja. Adulto mayor: con el trabajo genera parte de los recursos que le permiten organizar su hogar, criar hijos, organizar su futuro, unos años más y ya Ud. se acerca a la deseada y a la vez temida jubilación.

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Hemos llamado “Edades superiores” a las personas que rebasan los 65 años.

Consideramos justo y adecuado el término. No tenemos constancia de que alguien le haya catalogado antes así, pero, pensamos que es justamente la valoración que se merece y corresponde a todo ser humano luego de haber transitado por los senderos de dificultades y esfuerzos que la vida misma exige.

Sólo el que muere temprano no llegará a envejecer, ya luego estaremos apegados a la vida, adheridos a la misma como espina a la rosa.

El envejecimiento según la OMS, es el resultado de la suma de los cambios morfológicos y funcionales que ocurren a través del tiempo en los seres vivos, desde su concepción hasta la muerte. Es proceso individual, dinámico, progresivo e irreversible, se produce en el ser vivo con relación al paso del tiempo.

Recordemos que el envejecimiento no sólo es biológico. Cuando la persona supera los 65 años de edad aparecen cambios somáticos (modificaciones en la piel y tejidos, la estatura, los huesos, del peso, las glándulas…) y ellas se acompañan de alteraciones psíquicas propias de la edad (disminución de la memoria, de la iniciativa, mayor fatigabilidad, trastornos del sueño, del estado de ánimo). El envejeciente debe enfrentar nuevas situaciones y adaptarse a ellas.

Luego de la resistencia a la jubilación que puede acompañarse de: disminución de los ingresos, pérdida progresiva de sus seres queridos y con ello de sus vínculos afectivos más intensos. Disminución de sus capacidades físicas, que le pueden imposibilitar el desplazamiento o la práctica de un deporte, o de sencillamente practicar el deporte más económico y de los más beneficiosos: caminar.

Existen tres tipos de envejecimientos: el exitoso, el usual y el que cursa con fragilidad aguda o crónica más una funcionalidad física, mental y social acorde con su edad y el contexto sociocultural.

El envejecimiento saludable, es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la existencia.

Muchos autores de grandes y perdurables obras las escribieron después de los 70 años de edad. Recordar, asimismo, el vigor intelectual de Winston Churchill y Konrad Adenauer a edades avanzadas.

Detengámonos, reflexionemos: ¿Cuántas personas fallecen antes de nacer?

¿Cuántos en las primeras horas de vida?

Entonces, hablar de vivir muchos años es cosa seria que involucra una serie importante de eventos: alimentación, cuidados a la salud, condiciones sociales de existencia, elementos vinculados a la herencia, entre otros.

Pero, para concluir por hoy, debemos admitir y celebrar que: “La vida es un regalo, una dicha, un privilegio, una bendición”.

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