En el artículo anterior hicimos una introducción sobre la vida de Morín, quien ha sido testigo, gracias a su larga, productiva y activa vida, de los grandes fenómenos que por casi 100 años ha vivido el mundo occidental. Morín, el creador del pensamiento complejo, a quien le dediqué una serie de artículos hace un tiempo, es para mí de las luces más preclaras de la intelectualidad actual.
Sostiene en su pequeño libro “Cambiemos de Vía”, que la humanidad toda entera debería reflexionar profundamente sobre las secuelas del COVID-19 en nuestras vidas, para lo cual nos sugiere que pensemos sobre estas 15 lecciones que ha extraído de esta gran crisis que nos ha azotado profundamente.
He aquí las 15 lecciones que he resumido para los lectores.
Lección 1. Sobre nuestras existencias.Las restricciones del confinamiento han obligado a cada uno de nosotros a preguntarnos sobre nuestros modos de vida, sus verdaderas razones, sus aspiraciones y sus necesidades. Las limitaciones nos obligaron a preguntarnos sobre la importancia de lo frívolo y lo superficial, pero sobre todo ha desnudado la pobreza y a los que sufren.
Asegura que el encierro debería llevarnos a ver lo esencial de la vida, y sobre todo de nuestras propias existencias. La necesidad que sentimos de no tener cerca a la familia y a los amigos, nos obligaron a extrañarlos, y sobre todo a valorarlos.
Lección 2. La condición humana.
Antes de la pandemia, dice Morín, nuestra fragilidad y nuestras precariedades estaban ocultas. El mito que la sociedad occidental nos enseñó de que nuestro destino está asociado al progreso económico y tecnológico. La civilización ha implicado un falso dominio de la naturaleza. Hoy, con la pandemia se ha puesto a prueba y ha evidenciado que la naturaleza se ha degradado a niveles preocupantes.
Lección 3. La incertidumbre de nuestras vidas.
Dice Morín que la epidemia nos ha producido incertidumbre en todos los planos: un virus desconocido que muta y ataca diferentes órganos del cuerpo. Después de meses de encierro, una sola cosa es cierta: no hay certezas.
Esta situación nos obligaa reconocer que la incertidumbre, aunque no lo creamos, acompaña a la humanidad, a la historia de nuestras naciones y de nuestras vidas. ¿Saben por qué? Porque la vida es una aventura incierta: no sabemos qué será de nuestras vidas, de nuestra salud, nuestra vida profesional, nuestros amores, ni cuándo ni en qué circunstancias llegará la muerte. Tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre.
Lección 4. Sobre nuestra relación con la muerte.
De repente el coronavirus ha hecho irrupción con la muerte en el presente y en el futuro, y ha trastocado nuestra vida cotidiana. La ciencia biológica y las vacunas se encuentra desarmadas frente a este misterioso virus mortal. El confinamiento ha dejado solo a los enfermos, los que no resisten mueren sin compañía.
Este vacío nos recuerda cruelmente que la muerte de un ser amado necesita compañía. Los enfermos necesitan compartir su dolor con algún ser querido. No hay ceremonias de despedidas. Todo es soledad.
Lección 5: Sobre nuestra civilización
Nuestra civilización nos ha envuelto a vivir una vida exterior, fuera de nuestros hogares: el trabajo, los restaurantes, reuniones, viajes… sin embargo la pandemia nos ha enviado brutalmente al interior de nuestros hogares, más aún, de nosotros mismos. Este encierro nos ha demostrado, para los que no están en la pobreza, cuánta superficialidad existe en nuestras vidas. Hemos estado intoxicados de consumismo y de los gastos superfluos. Esta situación nos invita a reflexionar sobre la esencia de la vida, para abandonar esa cultura de consumo indiscriminado.
Lección 6. El despertar de la solidaridad.
La crisis ha despertado la solidaridad ante las carencias. Nos hemos humanizado (algunos, digo yo-MASB). Los vecinos se conocieron. Los artistas nos regalaron sus creaciones.
Lección 7. Sobre la desigualdad social en el confinamiento.
El confinamiento ha evidenciado en el mundo entero la desigualdad social. Solo el sector privilegiado cuenta con segundas residencias para amainar el encierro. Los más pobres han tenido que sufrir doblemente porque sus condiciones de vida de extrema pobreza radicalizaron, y, sobre todo, se pusieron en lamentable evidencia.
Lección 8. Sobre la diversidad de situaciones y la gestión de la epidemia en el mundo.
La epidemia ha golpeado desigualmente a los países. No se saber porqué algunos han tenido más contagios que otros. Lo que sí está claro es que los gobiernos no han respondido a la pandemia de la misma manera. Las medidas sanitarias aplicadas han sido diversas y su eficacidad ha sido también desigual.
De la tragedia surge la esperanza. El personal sanitario ha tenido que ser creativo. La urgencia sanitaria ha propiciado una intensa creatividad para intentar salvar a los enfermos,
Lección 9. Sobre la naturaleza de la crisis.
Esta crisis ha arruinado las certezas de esta sociedad occidental y ha provocado la búsqueda de respuestas. No será posible volver a la estabilidad pasada,
Lección 10. Sobre la ciencia y sobre la medicina.
La epidemia ha puesto a la ciencia en cuestionamiento. Ha evidenciado que la ciencia no es un repertorio de verdades absolutas. Sus teorías pueden ser superadas ante nuevos descubrimientos.
Lección 11. Una crisis de inteligencia.
Esta lección tiene varios componentes: la complejidad de lo invisibles, la ecología de la acción y el principio de prudencia ante la crisis.
Lección 12. Lección sobre las carencias del pensamiento y de la acción política.
La crisis ha evidenciado la existencia de una visión reduccionista sobre el curso de la política y la economía. Ha puesto en cuestionamiento también la política neoliberal, la deficiencia del Estado, pero, sobre todo, la carencia de un pensamiento político.
Lección 13. El dislocamiento de lo nacional.
La pandemia ha desnudado nuestra dependencia total de los productos farmacéuticos y de esas empresas transnacionales. Plantea la necesidad de restaurar la autonomía nacional (¿será posible? MASB)
Lección 14. Lección sobre la crisis de Europa.
La pandemia ha provocado prácticamente la desintegración de la Unión Europea. Este concierto de naciones se ha dividido. El Estado se ha replegado y ha cerrado sus fronteras. Salvo pequeños gestos solidarios, cada nación se ha granjeado sus propias soluciones. NO se ha provocado una reflexión ni solución colectiva.
Lección 15. El planeta en crisis
Se pregunta Morin si la pandemia ha creado una crisis en la globalización, o, si la globalización ha contribuido a crear la pandemia. La crisis planetaria nacida del coronavirus pone en relieve la necesidad de buscar un destino común para todos los humanos.
El interés económico que ha prevalecido en el mundo ha sido un factor que ha deshumanizado. Esta crisis nos dice que debemos hacer conciencia de que debemos construir un futuro común. Si esto se produce quizás podamos hacer nacer una política para toda la humanidad.
No hay más espacio. Nos vemos en la próxima.