MIAMI. Ednita Nazario asegura que siempre buscó guardarse los detalles más privados de su vida y su carrera en la intimidad. Hasta que un día su representante le dijo que sus fanáticos seguramente querían conocerla más y que mejor era que ella misma contara su historia en una biografía, antes que un tercero lo hiciera por ella.
Sucedió hace un año y medio, mientras compartía anécdotas con su manager, Bruno del Granado, y una amiga. «Y fue cuando yo dije: ‘um, fíjate que sí»’.
El libro, cuya portada es una fotografía a color del rostro de Nazario, sale a la venta el martes en formato digital y físico, en Estados Unidos y Puerto Rico. Tres días después es el lanzamiento del álbum, igualmente titulado «Una vida».
«Es una parte de mi vida, de una vida… con la que estoy segura que la gente se va a identificar», expresó Nazario, de 62 años, en una entrevista reciente con The Associated Press en las oficinas de Sony Music en Miami. «He tenido familia, amigos, amores, desamores, dificultades y momentos difíciles que he tenido que superar… y el disco conecta con eso también», explicó.
Hace tiempo quería hacer un disco «que fuera un poquito más irreverente, que tuviera humor, música bailable, ritmo», dijo, y por ello se dio licencia de reunir a un grupo de artistas con los que nunca había trabajado y de explorar ritmos que tampoco había abordado.
El álbum de 11 canciones incluye «Loca«, en la que colaboró la cantante cubana Albita; «Ni una lágrima bandolero», un tema de fusión escrito por Gente de Zona; un pop urbano llamado «Brindaré»; «Ser tu amigo», con Gilberto Santa; y «A Little Love», un tema en inglés de música tecno, con Happy Colors.
Nazario siente que se ha desnudado en su biografía. Pero también la tranquiliza pensar que hay intimidades que jamás contará.
«Abrí espacios, abrí puertas que nunca había abierto… pero también hay cosas que nunca las voy a compartir y quedarán dentro de mí», expresó la emblemática artista, que comenzó a cantar a los seis años.
A lo largo de 233 páginas, Nazario relata los momentos más felices de su vida, como aquella noche de junio de 2004 cuando estaba sentada en el camerino y el director de escena tocó la puerta para decirle: «Miss Nazario, al escenario». En ese instante se dio cuenta de que se había hecho realidad su deseo de cantar en el Carnegie Hall, y se emocionó hasta las lágrimas al ver a todos sus fanáticos de pie ovacionándola.
Pero también aborda todo lo duro que vino acompañado con su voz: «El amor verdadero que se perdió. El dolor de un matrimonio lleno de engaño y manipulación. La felicidad de quedar embarazada y el trauma de perder a mi primer bebé.
El rudo golpe que significó alcanzar el estrellato, y luego de la noche a la mañana quedar sin nada: desde mi matrimonio hasta mi último centavo», escribe en el libro.
Tan nerviosa se sentía al terminar la biografía, que cuando recibió la caja con varios ejemplares no se atrevió a abrirla.
«Me dio mucho nervio. En vez de decir ‘¡ay que bueno, llegó el libro!’, me dio mucho miedo porque toda mi vida he sido muy privada», reveló la artista puertorriqueña.
Dedicado a su hija Carolina, el libro fue escrito junto a Leila Cobo, directora ejecutiva de contenido y programación de música latina de la revista Billboard, e incluye un prefacio de Ricky Martin.
Nazario, quien en 2016 fue galardonada con el Latin Grammy a la Excelencia Musical, cuenta que desde que falleció su madre pide flores blancas en el camerino o en el escenario como «una forma de conectar con su esencia». Antes de salir a cantar, siempre le reza al Niño de Praga, el santo que la acompaña en todas sus presentaciones y conciertos.
Su objetivo con el libro es inspirar a sus fanáticos.
«En los momentos difíciles, en situaciones personales muy graves, tuve la fortaleza de caerme y levantarme y quien siempre me salvó fue la música», dijo Nazario en la entrevista. «No importa lo que te está pasando, lo importante es tu voluntad de seguir adelante… La vida siempre te recompensa con algo mejor».
En el libro asegura que se han cumplido los tres grandes sueños de su vida: cantar en el Lincoln Center, en Broadway y en el Carnegie Hall.
Sin embargo, sonríe con picardía cuando la AP le pregunta si con más de cinco décadas de carrera aún tiene proyectos pendientes.
Tras revelar que quiere volver a Broadway, hacer una película y un proyecto en honor a Puerto Rico, hace una pausa y dice: «Hace mucho tiempo que quiero cantar con Shakira y que quiero cantar con Chayanne».