Educar para prevenir que los adolescentes entre en las bandas violentas

Educar para prevenir que los adolescentes entre en las bandas violentas

Madrid. Educar para prevenir en la adolescencia, una etapa de inestabilidad emocional, es clave para no caer en las redes de grupos pandilleros como las bandas latinas y quedar atrapado en una espiral delictiva de violencia cuando alguien desea pertenecer a un grupo y sentirse protegido.

Lo saben muy bien los educadores, psicólogos y pedagogos que trabajan con jóvenes en situación de riesgo, profesionales que “compiten” con esos grupos delincuentes en la “captación” de los adolescentes para ofrecerles una identidad grupal y una seguridad que los aleje de conductas violentas.

Unos 300 miembros engrosan las cuatro bandas latinas implantadas en España, sobre todo en Madrid, desde hace casi dos decenios. Pese a sus diferencias, Dominican Don’t Play (DDP), Trinitarios, Ñetas y Latin King responden a un mismo patrón- son escuelas que instruyen a delincuentes y están bastante controlados por la Policía.

De esa labor preventiva se ocupan entidades como la Fundación Balia, que desde hace casi 20 años trabaja con niños, adolescentes y jóvenes en riesgo para favorecer su inclusión social por medio de programas socioeducativos de asistencia y prevención.

Comenzó a trabajar con cinco educadores y 30 niños. Hoy, alrededor de 120 profesionales altamente cualificados atienden a 6.100 personas de 35 nacionalidades -hay más esperando, a las que se les ofrece una serie de oportunidades y alternativas de ocio saludable ante posibles conductas de riesgo, como podría ser entrar en una banda latina.

Educar en valores y en inteligencia emocional, desarrollar el talento y favorecer el éxito escolar son los ejes sobre los que giran los programas de esta fundación, según explican a Efe Eduardo Hernanz, un educador social con 12 años de experiencia en Balia, y Javier Redondo, coordinador de programas de jóvenes en el distrito madrileño de Latina y siete años de trabajo en este proyecto.

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