Estados Unidos admitió este jueves que liberó al empresario colombiano Alex Saab, estrecho colaborador del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como parte de su estrategia para frenar la migración venezolana.
En una rueda de prensa, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que el “trabajo” que la Administración de Joe Biden está haciendo con Venezuela es “importante para abordar las causas de raíz de la migración».
El funcionario dijo que “hay muchos factores” que explican el fenómeno migratorio y “uno de ellos es la inestabilidad política en la región».
Kirby explicó que el intercambio de prisioneros del miércoles y las negociaciones para la celebración de unas elecciones democráticas en Venezuela forman parte de los esfuerzos para reducir la migración.
El miércoles, EE.UU. excarceló a Saab a cambio de la liberación de 10 estadounidenses y una veintena de venezolanos considerados “presos políticos».
El canje se engloba en la mediación de EE.UU. en las negociaciones entre la oposición venezolana y el Gobierno de Maduro para lograr unas elecciones presidenciales “libre y justas” en 2024.
Devolver a Saab a Venezuela era una de las condiciones principales del Gobierno venezolano para seguir dialogando con el antichavismo.
La venezolana es la mayor crisis migratoria en el continente, obligando a más de 6,6 millones de personas a dejar sus hogares y vivir en otros países de América.
Este movimiento de personas sin precedentes ha llegado a EE.UU. y en el año fiscal 2023 las autoridades detuvieron a más de 200.000 venezolanos en la frontera con México.
En respuesta, la Administración demócrata ha tomado una serie de medidas dirigidas específicamente a este grupo, como retomar los vuelos de deportación a Venezuela en octubre de este año.
A la vez, ha creado canales de migración legal para los venezolanos, incluyendo el permiso humanitario, también conocido como “parole”, que otorga un estatus legal por dos años en EE.UU.