La propuesta del Departamento de Seguridad Nacional está destinada a desalentar la inmigración irregular/Foto: Fuente externa.
Washington.- El Gobierno estadounidense evalúa separar de sus familias a los niños que crucen irregularmente la frontera que separa a México de Estados Unidos y sean detenidos por la patrulla fronteriza, informó hoy a Efe un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“Eso es algo que el Departamento está considerando”, dijo hoy a Efe este portavoz, quien aseguró que aún “no se ha tomado ninguna decisión” al respecto.
En una entrevista en la cadena CNN, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, anunció este lunes que su departamento está considerando cambiar la política actual, que permite a padres e hijos pasar juntos tres semanas bajo custodia de las autoridades, aunque pasados 21 días los niños tienen que ser liberados.
Con la nueva propuesta, los padres permanecerían bajo custodia de las autoridades en centros de detención para inmigrantes y los niños pasarían directamente al cuidado de los servicios sociales, mientras buscan a un pariente o una familia en Estados Unidos que quiera acogerlos.
La propuesta del Departamento de Seguridad Nacional está destinada a desalentar la inmigración irregular y se engloba dentro de la estrategia de mano dura del presidente de EEUU, Donald Trump.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional asegura que tiene en mente “la seguridad” de los inmigrantes con esa propuesta porque el camino al norte es muy peligroso para los menores, la mayoría procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras y que huyen de la violencia de las pandillas de sus países de origen.
“El viaje al norte es peligroso, con demasiadas situaciones en las que los niños, traídos por sus padres, parientes o traficantes de personas, son a menudo explotados, maltratados o incluso pueden perder sus vidas”, dijo a Efe un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional. “Teniendo en cuenta la seguridad, el Departamento de Seguridad Nacional explora continuamente opciones que pueden desalentar incluso a los que están comenzado el viaje”, añadió esa fuente.
El cambio que estudia el Gobierno de Trump se produce en un momento de auge en la inmigración irregular, pues en la frontera entre México y EEUU las autoridades detuvieron en enero a 31.575 inmigrantes, lo que supone un notable aumento con respecto al mismo mes del año anterior, cuando fueron arrestados 23.758.
En lo que llevamos de año fiscal, entre el 1 de octubre y el 31 de enero, las autoridades han detenido a 168.222 inmigrantes en la frontera sur, mientras que en el mismo periodo del año anterior hubo 126.334 detenciones, lo que evidencia una tendencia a la alza, al menos en esos meses.