El Gobierno de EE.UU. confirmó este martes que, debido a su ruptura con la OMS, no planea formar parte de la plataforma creada por ese organismo internacional para garantizar un acceso global y en términos de igualdad a la vacuna o vacunas contra la COVID-19 que se desarrollen.
La Casa Blanca explicó a Efe que no tiene planes de participar en la plataforma, denominada COVAX y con la que ya se han comprometido al menos 172 países, debido a sus diferencias con la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo al que Washington acusa de estar «sesgado» a favor de China.
«Estados Unidos seguirá cooperando con nuestros aliados internacionales para asegurarnos de que derrotamos a este virus, pero no nos dejaremos constreñir por organizaciones multilaterales influidas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y por China», dijo a Efe Judd Deere, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
La decisión puede dificultar que se cumpla el objetivo de la plataforma de la OMS, pensada para evitar que los países desarrollados que consigan una vacuna acaparen sus dosis y dejen a otras naciones más pobres sin unidades para inocular a sus ciudadanos más vulnerables.
La plataforma COVAX busca garantizar un reparto equitativo de la vacuna al inocular primero a la población de alto riesgo en cada país, algo que muchos expertos consideran clave.
La Comisión Europea (CE) anunció este lunes que aportará 400 millones de euros (478 millones de dólares) a la iniciativa, con la que ya se han comprometido potencias como Alemania, el Reino Unido y Japón, y países latinoamericanos como México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y República Dominicana.
La decisión de Trump también podría cerrar la puerta a que Estados Unidos consiga dosis de vacunas desarrolladas en otros países e incluidas en el portafolio de la plataforma COVAX, en el caso de que ninguna de las candidatas que están en desarrollo en el país norteamericano sea viable.
COVAX ya cuenta en su portafolio con nueve candidatas y, aunque eso incluye tres desarrolladas por farmacéuticas estadounidenses, muchos expertos creen que Washington se ha arriesgado demasiado porque podría haberse mantenido dentro de la plataforma al tiempo que negociaba individualmente con las farmacéuticas.
«Estados Unidos está jugándosela muchísimo con esta estrategia de ir por su cuenta», opinó un profesor de derecho relacionado con la salud global en la Universidad de Georgetown, Lawrence Gostin, en declaraciones al diario The Washington Post.
El anuncio llega dos meses después de que el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la retirada de Estados Unidos de la OMS, que se hará efectiva en julio de 2021 a no ser que el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, gane las elecciones de noviembre y detenga ese proceso.