El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes en una rueda de prensa la prohibición inmediata de importar energía rusa, y reveló que el Gobierno de EEUU está trabajando con la Unión Europea para que los Veintisiete puedan tomar el mismo paso.
«Queremos que nuestros aliados europeos se independicen de la energía rusa», dijo Biden.
La prohibición estadounidense incluirá el petróleo ruso, el gas natural licuado (GNL) y el carbón.
Finalmente, la administración Biden dio el paso, dada la capacidad de EEUU de reemplazar los 200.000 barriles que importa diariamente de Rusia.
El barril de Brent llegó ayer a 127,98 dólares tras conocerse las intenciones de EEUU, y el del WTI Texas subió hasta los 123,70 dólares. El barril de referencia en EEUU parece estar descontando el efecto de las sanciones.
Según datos de la Administración de Información de Energía de EEUU, el petróleo ruso representó alrededor del 3% de todos los envíos de crudo que llegaron al mercado estadounidense en 2021.
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Al mismo tiempo, se informó que el Gobierno del Reino Unido planea eliminar todas las importaciones de petróleo ruso, según anunció poco antes Londres.
La medida está concertada con EEUU y la prohibición se aplicará gradualmente en los próximos meses. La prohibición no se aplicará al gas ruso, según trascendió.
Por otro lado, la Comisión Europea presentó este martes una propuesta para reducir dos tercios las importaciones de gas ruso anualmente y lograr el objetivo de cortar la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos en 2030, en respuesta a la ofensiva de Rusia en territorio ucraniano y la amenaza para el mercado energético comunitario.
Subida sin precedente del precio del níquel
La Bolsa de Metales de Londres suspendió ayer las operaciones con el níquel después que una subida sin precedentes elevó su precio hasta un 250% en dos días, habiendo superado brevemente los 100.000 dólares la tonelada a primera hora del martes.
La escalada de precio había dejado a los agentes de bolsa en apuros para pagar las margin calls contra las posiciones cortas no rentables, en un “short squeeze” que ha implicado al mayor productor de níquel, así como a un importante banco chino.
La debacle recordará la época más oscura de la LME, la «crisis del estaño» de 1985, en la que la bolsa suspendió el comercio de estaño durante cuatro años y obligó a muchos intermediarios a abandonar el negocio.
Rusia es el tercer productor mundial de níquel.