El crecimiento en 2021 podría ubicarse entre 8% y 9% , un gigantesco “rebote”
Ante situaciones extraordinarias, medidas excepcionales. Para que la economía continúe recuperándose a velocidad de crucero, el gobernador del Banco Central informó la semana pasada que se mantuvo el precio del dinero en su nivel más bajo (3.00% anual) en la historia de la institución.
Lo facilitó que la inflación mensual no presentó variación de relevancia, no obstante persistir el encarecimiento de los alimentos y combustibles en el mercado internacional.
Aquí, como en todas partes, son los productos que calientan la inflación, en mayo marcó 0.65% y 0.46 por ciento la inflación subyacente, acumulado los datos fueron 3.36% y 2.53% en enero-mayo e interanual 10.48% y 5.83 por ciento, respectivamente.
La diferencia entre las cifras es la inflación importada, que es extrema, por esa razón, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, para su decisión de política monetaria, usan como referencia la inflación subyacente o núcleo.
En cuanto a la inflación interanual de 10.48%, el alto nivel es por efecto estadístico, me explico.
Como la inflación mensual fue negativa de febrero a mayo de 2020, arroja una elevada inflación interanual cuando se compara con cifras positivas de los mismos meses de 2021.
Se espera que descienda desde junio, fue el mes cuando la inflación del pasado año cambió de negativa a positiva.
Han pasado quince meses desde que el Banco Central, para combatir la brusca caída de la economía por la covid-19, puso en marcha un ambicioso paquete de provisión de liquidez por RD$215 mil millones, alrededor de 5% del PIB, que incluyó reducción de 150 puntos básicos de la tasa de política monetaria.
Los resultados están a la vista, la economía, que en mayo creció 21.2% y 13.4% en enero-mayo, ha entrado en una senda de crecimiento que supera el pronóstico, clave para enfrentar el rastro del sobreendeudamiento público, un legado generalizado de la crisis sanitaria mundial.
La actual trayectoria del producto real sugiere que, tras la contracción del PIB del -6.7% en 2020, el crecimiento podría ubicarse entre 8% y 9% en 2021, un gigantesco “rebote”.
El aumento del petróleo juega en contra, el barril West Texas subió a 74.96 dólares el pasado jueves, un 55% más que en diciembre y 86% más que doce meses atrás.
Pero hay factores positivos que lo contrarrestan, me refiero a la fortaleza del sector real de la economía, el elevado nivel de reservas en el Banco Central (US$12,545 millones al 25 de junio, suficiente para cubrir 7.6 meses de importaciones de bienes), la apreciación del peso y la confianza de que la inflación interanual se ubicara alrededor de la meta a final de año.
Estos elementos están detrás de la revisión del pronóstico del Banco Central para 2021, que implica entre 2 y 3 puntos más, de lograrse, podríamos decir al mundo que nos costó doce meses volver a recuperar el volumen de PIB que teníamos antes de la crisis.
Estoy entre los que apuestan en ese sentido, hay un claro despertar de la demanda interna, gracias a los 90 mil nuevos préstamos, refinanciamientos y reestructuración de deuda a familias, empresas y emprendedores, desembolsados a un costo muy inferior al de los antiguos préstamos. Y todavía queda por colocar mucho dinero, RD$19,525 millones.