El calor, las altas altas temperaturas que se registran en los últimos días, afectan considerablemente el organismo, especialmente las funciones del cerebro.
A propósito del tema consultamos al neurólogo José A. Silié Ruiz, quien afirma que el calor produce agotamiento tanto físico como mental, fatiga, irritabilidad y agobio.
El especialista de la neurología precisa que el cerebro es uno de los órganos que más sufre los días de calor severo, debido a que tiene que hacer un sobresfuerzo para manejar las altas temperaturas.
Indica que particularmente la homeostasis, que controla el organismo, es decir, la regulación del equilibrio corporal con los líquidos, fluidos y electrolitos, es uno de los procesos más afectados.
“El hipotálamo esa parte pequeña y profunda del cerebro, controla además parte de las emociones, el hambre, así como la temperatura corporal. Nuestro cerebro funciona adecuadamente hasta los 35-40 grados, por encima de estas temperaturas empieza a fallar”, enfatiza.
Silié Ruiz indica que en el proceso de control inadecuado de la temperatura corporal el cerebro tiene una hiperactividad, produce una hiperexcitación neuronal para controlar la respiración, transpiración, sudoración…, porque en la temperatura del cuerpo humano, el hipotálamo tiene sensores en todo el organismo, y las neuronas, son sensibles a los cambios de temperatura.
El especialista agrega que los llamados termorreceptores hacen la función de reguladores biológicos para mantener la temperatura del cuerpo humano entre los 36 y 37 grados.
“Es muy estrecho el margen donde puede accionar esta parte del cerebro con las enzimas, electrolitos y neurotransmisores, por lo que si ésta es mayor, colapsa el sistema auto regulador del hipotálamo y caen los sistemas grandes de deshidratación, causando daños cardiovasculares”, advierte.
Respecto a los cambios bruscos de temperatura, el doctor indica que en esos momentos el termostato hipotalámico en el cerebro se alerta y trata de regularla. “Esta es un área de regulación hormonal que trata de devolver todo a lo anterior, pues los cambios bruscos, principalmente esas llamadas olas de calor, son dañinas, por esas rezones, producen hiperactividad hasta llegar al agotamiento”.
Más efectos del calor. El neurólogo indica que igual se produce una especie de deshidratación y que cuando el cerebro detecta una pérdida de líquidos -de agua específicamente- superior al 2 %, del peso corporal, se produce en este una pérdida de concentración y de la memoria a corto plazo.
Precisa, asimismo, que el cuerpo humano está compuesto en un 60 % de agua, el cerebro se compone en un 70 % de agua, la sangre en un 80 % y los pulmones en un 90 %, por lo que cualquier pérdida de agua corporal por el exceso de calor afectará cada uno de esos órganos.
“Todos hemos experimentado en época de mucho calor un embotamiento de los pensamientos, una irritabilidad, insomnio, cansancio inusual, dolores de cabeza, aumento de la tensión arterial, mal humor, etc. Es decir que la ansiedad y los trastornos del sueño, el aumento de la tensión, las cefaleas, son producto de esto, ya que no debemos olvidar que el cerebro tiene un alto porcentaje de agua y que al igual que el oxígeno, cuando le falta, aún sea mínimamente, él se expresará”.
Las manifestaciones más comunes por calor excesivo. José A. Silié Ruiz señala como las más frecuentes la fatiga, el dolor de cabeza, la sed intensa, confusiones, mareos, desmayos, taquicardia, debilidad muscular, calambres migratorios, aumento del ritmo cardíaco y escasez en la orina, entre otras.
Las personas más vulnerables. Silié Ruiz señala que las altas temperaturas, las llamadas “olas de calor”, afectan mucho más a las personas que tienen alguna condición de salud, ya sea alguna discapacidad, epilepsia, problemas renales y procesos migrañosos.
“Muchas enfermedades empeoran con el calor, se altera el sueño, aumenta la fatiga mental, las personas funcionan con menos eficiencia, las migrañas empeoran, aumentan las convulsiones epilépticas, alteraciones renales, y otras discapacidades permanentes, llegando incluso a causar muertes”.
Las edades más afectadas. El neurólogo indica que los dos grupos de edades que mayor riesgo tienen por el calor excesivo son los niños y los adultos mayores, por la facilidad que tiene su cuerpo de deshidratarse.