El 15 de mayo (15-M) es una fecha simbólica en España, encarna la indignación de miles y miles de personas por el paro, la precariedad salarial, los recortes en educación y en sanidad. Marca la indiferencia de una clase política que parecía más preocupada por dar solución a los caprichos de las élites -económicas y sociales- que a las necesidades de los ciudadanos.
Esto motivó a que muchas personas se lanzaran a acampar en las plazas públicas para frenar la mercantilización de los derechos sociales de la democracia, exigiendo la representación de sus valores e intereses en las instituciones políticas.
Esa indignación y frustración de todo un colectivo social se transformó en esperanza y tuvo su expresión política en los movimientos sociales y partidos políticos emergentes que hoy han roto con la tradición bipartidista característica del centro de occidente.
Haciendo un paralelismo con esa fecha simbólica, en República Dominicana, el 15-M abre la puerta de un nuevo ciclo político y económico. Distinto a lo que sucedió en gran parte de la Europa Occidental con el desmantelamiento del Estado del bienestar por la crisis financiera global, a partir de la asunción al poder de Danilo Medina, nuestro país ha experimentado una serie de cambios y transformaciones progresistas.
Cambios que los adversarios consideran un mito y la sociedad una realidad. Es precisamente donde reside la incapacidad de los partidos que están fuera del poder de interpretar el momento político que vive el país.
No es causal que la campaña del presidente Danilo Medina se haya centrado en dos temas fundamentales: el cumplimiento de la palabra empeñada, mostrando las realizaciones de un programa de gobierno que se ha cumplido en un 97.5%, y generando ilusión en un electorado que aspira a mantener y consolidar las conquistas logradas durante este cuatrienio.
En la literatura de las campañas electorales se establecen dos tipos de votantes: los retrospectivos y los prospectivos; unos valoran las actuaciones pasadas -retrospectivos- y otros -prospectivos- las perspectivas venideras
Mientras el candidato que está en segundo lugar habla de dictadura, utiliza el miedo y vende desesperanza, los votantes retrospectivos valoran como positivo las accciones precedentes de este gobierno; y los votantes prospectivos ven en el actual mandatario y candidato del PLD, la continuidad del cambio y la consolidación del Estado de Bienestar.
Como planteó el presidente Danilo Medina en la presentación de su nuevo programa de gobierno: “No es cierto que nosotros pretendemos quedarnos aquí para siempre. El PLD está conquistando día a día el corazón de las dominicanas y los dominicanos, por eso, en un proceso en el que el presidente va a una elección, es una especie de referéndum de como gobernó. Y si nosotros ganamos las elecciones con un cincuenta y un por ciento y hoy todas las encuestas nos ubican por encima del sesenta por ciento, es porque la población está valorando como positivo el gobierno que desempeñamos”.