Los ministros de Exteriores de Irán y Rusia y el secretario de Estado de Estados Unidos, entre otros, posan para la foto, archivo
Viena, Austria. El anuncio del acuerdo nuclear con Irán y la perspectiva de que se levanten las sanciones que pesan sobre ese país han despertado el apetito de las grandes petroleras y se han manifestado en un mercado saturado de crudo como una nueva, pero moderada, presión a la baja sobre los precios.
Los analistas consultados por Efe coinciden en que la perspectiva de que Teherán abra sus grifos, una vez que se le vuelva a permitir exportar petróleo sin restricciones, no ha sorprendido en unos mercados que llevaban meses observando las arduas y prolongadas negociaciones entre Irán y seis potencias mundiales.
Estiman, por eso, que su impacto en los “petroprecios” no será gran cosa a corto plazo y consideran que Teherán tendrá aún serias dificultades para recuperar el nivel de bombeo que tenía antes del embargo petrolero en su contra decidido en 2012.
Según la agencia de calificación de riesgos Fitch, el volumen de exportaciones de crudo iraní ronda actualmente los 1,1 millones de barriles diarios (mbd), menos de la mitad de lo que vendía antes de sufrir el embargo petrolero impuesto en 2012.
“Esperaríamos ver ciertos incrementos en la producción en el curso de 2016, pero no alcanzarían la mitad de los 1,4 mbd perdidos”, señala Fitch en un comunicado.
Es a largo plazo para cuando se esperan los grandes cambios- las petroleras occidentales están deseosas de invertir en Irán, país que cuenta con las cuartas mayores reservas probadas de crudo en el mundo y aspira a recuperar el puesto de segundo productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Habrá que ver cómo se desarrollan las cosas, ya que las sanciones que lastran la economía iraní no comenzarán a desaparecer antes de fin de año, para cuando los inspectores internacionales habrán confirmado que Teherán está cumpliendo sus compromisos de limitar sus actividades atómicas.
El precio del crudo Brent reaccionó de forma inmediata a la noticia del acuerdo con un retroceso de más de un dólar, pero luego recuperó parte de lo perdido y por la tarde se negociaba en el mercado de Londres a 57,61 dólares por barril.
“Bajó, pero no mucho. Perdía 24 centavos de dólar” respecto al cierre de ayer, recuerda a Efe Ehsan Ul-Haq, analista de la consultora británica KBC, quien calcula que el precio del oro negro se situará a finales de año en torno a los 60 dólares por barril.
También hay incógnitas que pueden dar la sorpresa, sobre todo en cuanto a la capacidad técnica de Irán para incrementar sus exportaciones y la velocidad del flujo de capital al sector petrolero de la República Islámica.
Se calcula que puede bombear hasta 4 millones de barriles diarios, pero, de acuerdo con las cifras publicadas ayer por la OPEP, organización de la que Irán es uno de los cinco miembros fundadores, en junio produjo solo 2,82 mbd.
Según las estimaciones de Bill Farren-Price, presidente de la consultora Petroleum Policy Intelligence, Irán podría bombear cerca de medio millón de barriles diarios (mbd) adicionales en los primeros seis a nueve meses.
Pero “la verdadera incógnita es la rapidez con la que fluirá la inversión en el sector de explotación. El crudo de Irán es uno de los más baratos de producir en el mundo”, señala a Efe Farren-Price.
Por otro lado, los iraníes “podrían potencialmente” liberar sus reservas de crudo almacenado, “lo que podría ser una nueva presión a la baja sobre los precios, dado que los mercados de petróleo ya tienen un exceso de oferta”, añaden.
Sea como fuere, numerosas petroleras internacionales tienen interés en invertir en territorio iraní.
“Todas las empresas tienen interés”, asegura Alexander Pögl, de la consultora austríaca JBC. Además de por su enorme riqueza en recursos, Irán es apreciado por los inversores como país políticamente estable.
“Hay una larga cola” de empresas que quieren invertir en el sector petrolero iraní, comenta el experto.
De acuerdo con Farren-Price, tanto la mayoría de las grandes petroleras de Europa como de Estados Unidos tienen interés y, señala, “ya han tenido contactos informales” con Irán.