Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor. 1 Corintios 13: 13
La Palabra nos enseña que hay tres cosas que son permanentes, pero de las tres la más importante es el amor. Por eso, es necesario que nos preguntemos “¿Y para nosotros es importante?”. Cuando nosotros conocemos lo que es el amor, lo expresamos libremente, haciendo sentir bien a los demás.
Muchos han descuidado el amor, hasta tal punto que no lo dicen ni lo expresan. Por eso, vemos muchos hogares secos y destruidos, porque no han cultivado el amor. Debemos preservar nuestro hogar en ese ambiente amoroso, ya que esto ayudará a fortalecer las relaciones entre padres, hijos y esposos, lo cual mantendrá una atmósfera de paz y gozo.
El amor tiene que expresarse con gestos, detalles y palabras, procurando dejar sembrado el amor de Cristo en cada corazón. No esperes que alguien te dé para tu darlo. Da amor siempre sin esperar que alguien te corresponda, porque cada vez que lo hagas estás mostrando al que vive dentro de ti.