Bruselas..- El “brexit” generará un reequilibrio de poderes en la UE que otorgará a Alemania un mayor peso pero que le obligará también a posicionarse con más claridad al perder a uno de sus grandes aliados y a hacer frente a otros países que le desafíen.
La salida del Reino Unido de la UE obligará a repartir proporcionalmente el porcentaje de voto en función de la población que los Estados tienen en el Consejo y que dará a los demás 27 países más peso, pero lo que importa son las alianzas y el liderazgo para sacar adelante propuestas y evitar minorías de bloqueo.
Alemania pierde con el Reino Unido en el bloque comunitario un importante aliado, pragmático y liberal, y se tendrá que apoyar más en Francia, frente a la cual es más fuerte económicamente y políticamente se encuentra con un presidente debilitado.
Los dos países siguen preparando posiciones comunes, pero ambos tienen en mente ya las elecciones de 2017 y por tanto “no es probable que haya grandes iniciativas” para Europa, señaló a Efe la analista de la Fundación Bertelsmann, Stefani Weiss.
Frente al eje franco-alemán, la Italia de Matteo Renzi se ha vuelto más segura en sí misma en los últimos tiempos y “está más dispuesta a retar a las instituciones comunitarias y a Alemania”, sostuvo por su parte Pawel Swidlicki, experto de Open Europe.
Roma aboga por reglas de disciplina fiscal más flexibles, ha sido muy crítico con los demás socios en la crisis de los refugiados y se pronuncia sin temor sobre lo que quiere en y para la UE, por lo que reivindica su papel de país grande y ejerce ese poder.
La nueva situación sin el Reino Unido “obligará a los países a pensar más creativamente” a la hora de bloquear o sacar adelante iniciativas en el Consejo, indicó Swidlicki. “Con el reparto de votos Alemania tendrá más poder, pero sin el Reino Unido será más difícil evitar que otros la reten”, señaló.
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha podido “esconder” a veces detrás del primer ministro británico, David Cameron, quien ha abanderado el “criticismo” a la UE, admitió el analista, algo que no comparte sin embargo Weiss. Esto “ahora será más difícil de hacer” dijo Swidlicki, y le obligará a Merkel a posicionarse más claramente, en contra de su propio estilo político.
Por un lado existe el “miedo” en Berlín de que Francia, Italia y España ganen fuerza, una alianza que contrasta con los halcones de la austeridad que incluye a Merkel y a Holanda, entre otros. “Juntos su población es más del doble que la de Alemania”, recalcó el director del centro de estudios Bruegel, Guntram Wolff.
En la UE el 88 % de la legislación se adopta por mayoría cualificada y la regla es que el 55 % de los Estados miembros -15 sin el Reino Unido- debe votar a favor de la propuesta y representar al menos el 65 % de la población total de la Unión. “Los poderes sí se desvían un poco al sur”, sostuvo Wolff.
Por otro lado, el liderazgo alemán es necesario, indicó, pero Merkel no está cómoda con este papel, y sabe que, cuando Alemania tiene demasiado poder, tampoco es bueno y se convierte rápidamente en algo “incómodo” para otros países.