El caos citadino

El caos citadino

Cristóbal Valdez es un arquitecto y urbanista que lleva cerca de 50 años mirando, observando y estudiando la capital de la República, ahora dividida en Santo Domingo, Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Su mirada es la de un profesional del espacio que de manera apasionada ha querido contribuir a la construcción de un territorio que estimule y proteja la calidad de vida, que promueva el orden y el respeto a los espacios por donde la vida de hombres, mujeres, adolescentes y niños y niñas debe discurrir.

Pero esa ciudad no existe. La que existe empeora cada día. El arquitecto Cristóbal Valdez, que ha estudiado la ciudad de manera crítica desde sus orígenes hasta el “Nueva York chiquito”, hoy se lamenta y se entristece por el territorio caótico en que se ha convertido la ciudad que lleva el sello de ser la Primada de América.

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En una entrevista a nuestro periodista Juan María Ramírez, el arquitecto Valdez ha señalado tres pecados capitales que han conducido a la anarquía y el desconcierto que vemos en casi todos los territorios capitaleños o del Gran Santo Domingo:

  1. Crecimiento desordenado.
  2. Ausencia de planificación.
  3. Falta de gestión de parte de las autoridades.

Desde los días del ajusticiamiento del tirano, en 1961, los habitantes del interior se han ido volcando poco a poco hacia la capital. Hoy, el Gran Santo Domingo alberga a 3.4 millones de personas, incluyendo 965 mil en el Distrito Nacional. Los vehículos de motor se mueven por doquiera, como cucarachas, y el colmo de los colmos llegó como necesidad, los motoconchos. No hay límites para establecer colegios, supermercados y otros establecimientos comerciales, estaciones para vender combustibles, etcétera.

Y en todo, la ausencia absoluta de planificación, burlas a las normas territoriales, normas que no encuentran autoridades capaces de ponerlas en vigor.

Lo más lamentable de todo es que no se advierte interés alguno en las autoridades para revertir el caos y la desorganización que nos arropa.