Para entender el uso de los cinturones de seguridad, es importante comprender la dinámica de los choques, con el involucramiento de tres tipos de colisiones: ‘De auto, de pasajeros e internos’
La primera colisión, la de auto, sucede cuando un vehículo se estrella contra algo y se detiene abruptamente. Eso ocurre en aproximadamente una décima de segundo. En esos casos la estructura de deformación programada del vehículo absorbe una parte de la fuerza del impacto.
El segundo impacto ocurre cuando el ocupante del auto se golpea con elementos internos del vehículo. Un pasajero sin cinturón, al momento de un impacto, se encuentra aún viajando a la misma velocidad en que se desplazaba el auto, por lo que se golpeará contra el volante, parabrisas o saldrá proyectado al exterior.
El tercer tipo de accidente de pasajeros es justo entre los dos. Muchas de las lesiones más severas son causadas por estos golpes. En esta situación es el pasajero termina convirtiéndose en un proyectil. Aún el cuerpo del pasajero se haya detenido abruptamente, los órganos internos continúan con su desplazamiento golpeándose internamente. Este tipo de colisión, en muchas ocasiones, es causa de lesiones fatales. De hecho, más de la mitad de los pasajeros que sufren accidentes similares y no tienen el cinturón de seguridad puesto sufren lesiones fatales.
Durante un accidente, el uso correcto del cinturón de seguridad distribuye las fuerzas de desaceleración a través de las partes más largas y seguras del cuerpo humano, como el pecho, caderas y hombros. Si el conductor lleva puesto el cinturón de seguridad el 86% de las veces los niños también viajarán protegidos. Pero si el conductor no lo utiliza, los niños viajan protegidos solo en el 24% de las ocasiones.
Un estudio realizado en Japón estima que alrededor de un 80% de los fallecimientos de ocupantes de los asientos delanteros podrían haberse salvado si los ocupantes del asiento trasero hubieran usado el cinturón de seguridad.