La exdiputada Lucía Medina, a la que se investiga por supuestamente distraer sumas millonarias disfrazadas de donaciones a su fundación, su hermana Aracelis Medina, quien en su condición de Vicepresidenta del Banco de Reservas habría convertido esa institución en la “financiera particular” de las operaciones ilícitas del entramado, y su también hermano Milcíades Medina, a quien según el Ministerio Público le fueron emitidos dos cheques por valor de RD$37,000,000 provenientes de una de las empresas del principal imputado, han sido mencionados en el expediente acusatorio del Caso Antipulpo.

Los tres forman parte, junto a Magalys y Alexis Medina Sánchez, del “Clan Medina Sánchez”, cuyos miembros, según la acusación, aprovecharon su cercanía con el poder para crear un entramado corrupto que estafó al Estado dominicano con miles de millones de pesos. Y aunque no se le atribuye esa condición en la voluminosa pieza acusatoria, no resulta muy difícil deducir que el Ministerio Público considera que quien dirigía ese entramado, aunque todavía no pueda probarlo, era el entonces presidente Danilo Medina Sánchez, quien es mencionado 90 veces en el expediente.

Lo que sí dice ese expediente es que en plena transición el Poder Ejecutivo instruyó a los organismos financieros del Estado y a la Contraloría General de la República certificar los contratos a favor de Alexis Medina Sánchez, y que igualmente instruyó al entonces ministro de Finanzas, Donald Guerrero, disponer los fondos necesarios para el pago a las empresas suplidoras de su propiedad.

Si el Ministerio Público logra probar eso, el expresidente Danilo Medina no podría seguir alegando que ignoraba los negocios de su hermano. Será un juicio largo (son 27 imputados), y habrá que sentarse a esperar sus resultados. Pero si algo puede lamentarse desde ahora, luego de conocerse con detalles su capacidad “operativa”, lo mucho que rindieron sus miembros, es que el Clan Medina Sánchez sea tan numeroso.