Es muy probable que en su afán insensato de llevar su guerra contra las ARS a extremos que todos lamentaríamos a los directivos del CMD no les interese escuchar el consejo que acaba de ofrecerles, completamente gratis, el presidente del CNUS, Rafael -Pepe- Abreu: cambiar de método de lucha, y utilizar las múltiples mesas de diálogo abiertas para reformar el sistema de seguridad social, y en ese escenario plantear sus reclamos y hacer sus propuestas.
Porque lo que está ocurriendo, según el veterano sindicalista, va en perjuicio directo de los trabajadores, que desde que los médicos decidieron desafiliarse en masa de la ARS Universal son muchos los que han tenido que suspender procedimientos y tratamientos en curso debido a que carecen de los recursos necesarios. Y explicó que aunque es cierto que se les reembolsaría el dinero extra que los trabajadores paguen, la verdad es que estos no tienen a mano esos recursos y no tienen a quien apelar o recurrir para conseguirlos.
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Lo que no debe sorprender, mucho menos a los médicos, que en los hospitales bregan a diario con esa realidad. Es evidente, sin embargo, que eso no les importa, y ahí están para probarlo las huelgas y paralizaciones hospitalarias con las que, históricamente, han pisoteado el derecho de los mas pobres y vulnerables a recibir atención en salud en nombre de su derecho a reclamar y tener mejores condiciones laborales.
¿No es tiempo ya de cambiar un método de lucha que basa su “éxito” en negarle un servicio esencial a los que mas lo necesitan? Me he hecho esa pregunta muchas veces, y vuelvo a repetírmela ahora que quieren borrar del mapa a las ARS. Pero quieren hacerlo a la mala, y sin medir las consecuencias más allá de sus intereses gremiales.
A eso sí que no tienen derecho, y alguien tiene que decírselo. Pero me temo que al igual que el consejo que les regaló Pepe Abreu encontraré oídos sordos en un gremio que luce atrapado en el luchismo estéril de los años setenta.