El costo social de la especulación con el dólar

El costo social de la especulación con el dólar

Una conjunción de factores está detrás del aumento de la presión en el mercado cambiario. Uno, la reducción del influjo de dólares por exportaciones nacionales y de zonas francas, hoteles, viajes, remesas familiares e inversión extranjera directa. Sumaron US$30,626.0 millones en 2019, alrededor del 70% se destinó al pago de la factura petrolera y demás importaciones, Con motivo de la crisis sanitaria el FMI calcula que este año la oferta de dólares se reduce en cuatro mil quinientos millones. Podría ser mucho más.
Dos, el aumento de la demanda de dólares con motivo precautorio por incertidumbre asociada con la crisis sanitaria. Y tres, compras anticipadas para meses de importaciones y para especular. Estas son responsables, en buena medida, de la subida del dólar en 9.4% hasta mediados de mayo y de abrir una brecha con la cotización oficial.
Por ventanilla los bancos comerciales vendían el dólar a RD$53.9962 a mediados de marzo y RD$59.1441 el pasado viernes. El brusco incremento de RD$5.1479 no lo explica la menor entrada de dólares, en parte fue compensado por caída de actividades económicas en el primer trimestre, y por el ahorro en la factura petrolera, menor fue el volumen importado de gasolinas, gasoil, gas licuado y otros combustibles, y el precio que se pagó.
¿Quiénes tienen la culpa? Recae, básicamente, en los que especulan con dólar. No solo encarecen las importaciones, lo que puede tener un efecto inflacionista, y hacen más oneroso el pago de la deuda externa en dólares, provocan que familias y empresas desvíen cuantiosos recursos de sus presupuestos para pagar el mayor costo del dólar. Hablo de mucho dinero. Acumulado se vendieron US$14,972.2 millones en el mercado cambiario desde enero hasta el pasado viernes. Asumiendo que la especulación es responsable de dos tercios del aumento del dólar, el costo ronda los ochenta mil millones de pesos, un 1.8% del PIB.
Pero no es todo. También tienen responsabilidad en la pérdida de reservas internacionales, el Banco Central asumió una actitud vendedora, se desprendió de US$2,800 millones para pagar importaciones de alimentos, combustibles y medicinas, y evitar una abrupta pérdida de valor del peso.
Debe señalarse que los dominicanos ahorran en pesos por la confianza que tienen en el control de la inflación por parte del Banco Central, lo que explica la historia de estabilidad del mercado cambiario, que es relativamente pequeño, y del peso que se deprecia mucho menos que las principales monedas latinoamericanas. Estamos en mejor posición para seguir atrayendo inversión extranjera directa y de cartera, y recuperar el papel del primer destino en la región.
Es determinante el margen entre el tipo de referencia de nuestro Banco Central de 3.50% anual, que se ha reducido en doscientos puntos básicos desde diciembre 2019, y el casi cero por ciento del banco central de Colombia, Chile y Costa Rica, donde se han producido desinversiones, fuga de capitales.
Para los inversores ese diferencial es un incentivo, en el país pueden alcanzar mayor rendimiento, lo que es bueno, porque debe entrar alrededor de treinta mil millones de dólares al año para financiar el déficit de la cuenta corriente, acumular reservas internacionales y preservar el valor del peso.