La expectativa es que la inflación se desinfle en segunda mitad año
La economía rebota de la sima a donde la sumergió la pandemia de covid-19. El rebote ha sido de “gato vivo” y largo recorrido.
Volvamos la vista atrás. Por el inesperado cierre de actividades, en marzo del 2020 el PIB se contrajo un -9.4% a tasa interanual, iniciando la recesión más prolongada desde la pérdida acumulada de -40.8%, un promedio anual -8%, que tuvimos de 1929 a 1933 con motivo de la Gran Depresión.
Estadísticas publicadas por el Banco Central certifican que, luego de tocar fondo con una pérdida de -29.8% en abril 2020, la recesión quedó atrás doce meses después, para dar inicio a la actual fase de rebote, en febrero el PIB creció 1.1%, en marzo10.6% y47.1% en abril a tasa interanual.
Las cifras confirman que estamos en presencia de un rebote de “gato vivo”, no solo recuperó el producto que se perdió (-29.8%) en abril de 2020, ahora el volumen del PIB supera en 3.3% al de abril 2019.
En cuanto a la pérdida total del 2020, si las cosas continúan como van, y no hay motivos para pensar lo contrario, este año podríamos crecer alrededor de 8%, y de ser de esa manera, nos costaría doce meses volver al volumen de PIB de 2019, que se desinfló -6.7% en 2020.
Como el impulso para el rebote vino del consumo de hogares e inversión de las empresas, ambos tiraron de la producción, es justo que se compense al trabajador con un ajuste de su salario, acumulado ha perdido mucha capacidad de compra.
La rápida recuperación económica lo explica el paquete extraordinariamente expansivo del Banco Central, por RD$215 mil millones, alrededor de 5% del PIB, incluyendo reducción en 150 puntos básicos de la tasa de política monetaria, para ubicarse en un mínimo histórico de 3.00% anual.
Los hechos demuestran su eficacia. Por un lado, evitó que la recesión fuera más larga y mayor la pérdida de empleos, que las familias tuvieran dificultades para pagar sus deudas, que muchos negocios que cerraron sus puertas no las volvieran a abrir, que los centros comerciales prolongaran su paralización o se mantuvieran semivacíos por un largo periodo.
La recuperación llegó para quedarse, las variables macroeconómicas están alineadas con el crecimiento sostenido del PIB.
El peso se apreció en 2.2%, a diferencia de lo ocurrido con monedas de países de Latinoamérica, y, no obstante, los precios, por encarecimiento del petróleo y alimentos importados, adelantarse al avance de la economía. La expectativa es que la inflación se desinfle en la segunda mitad del año, la primera señal la tuvimos en abril, se redujo a 0.41%, la tasa más baja desde junio 2020, demostrando que tienen razón el FMI y el gobernador del Banco Central, son de carácter temporal las variaciones de precios de corto plazo.
Se quedan cortas las predicciones de organismos internacionales, agencias calificadoras de riesgo y del Banco Central, hay que revisarlas, ya lo hizo el Bank of América, pronostica que nuestra economía crecerá entre 7.9% y 10.0% en 2021.
En Punta Cana el presidente Luis Abinader dio la buena noticia a inversionistas extranjeros, con un crecimiento más acelerado de lo pronosticado inicialmente, la economía de República Dominicana está de regreso.