Anje, la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, le ha puesto música a la desabrida campaña electoral en desarrollo con el convocado debate presidencial previsto para el 24 de abril próximo, al que ya han accedido a participar los principales contrincantes de la actual contienda política.

El presidente Luis Abinader, repostulado por el PRM para un segundo y único mandato consecutivo, acaba de anunciar que estará participando en el disputa. Al formalizar su aceptación, el mandatario reiteró su apego a la transparencia, permanente disposición a debatir ideas y propuestas y recordó que en 2016 asistió al encuentro presidencial auspiciado por ANJE; la misma inclinación al debate Abinader mostró en 2020, siendo candidato del PRM, pero su rival del Gobierno se negó a comparecer so pretexto de que “quien está arriba no debate”.

De su lado, Leonel Fernández, al aceptar la invitación, argumentó que participará convencido de que derrotará las alegadas mentiras y falacias de Abinader respecto a su gestión de Gobierno.

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Abel Martínez, aspirante presidencial del PLD, también acudirá al debate programado por la entidad empresarial, y ha propuesto que los restantes candidatos participen del encuentro. Propuso que la discusión gire en torno a los planes y propuestas de los candidatos y partidos que le respaldan.

Quiero destacar un aspecto relevante concerniente a Abinader, y es que arriesga la enorme ventaja que afirman las encuestas, la última de las cuales lo situó con una proporción favorable de 64 a 19 en relación al segundo lugar que ocupa Fernández de preferencia electoral.

No obstante, Abinader desoyó consejos de asesores y áulicos, porque es coherente con su disposición a la transparencia y, además, para desvirtuar el comportamiento de otros aspirantes a la reelección que rechazaron debatir para preservar su ocasional favorabilidad en las encuestas.

Ciertamente, si antes del 24 de abril, fecha memorable para los dominicanos, las circunstancias se mantienen inalterables, Abinader concurrirá a la discusión de ANJE como amplio favorito para permanecer en la poltrona palaciega.

Por ende, la oposición tratará de expoliarlo en el enfrentamiento cara a cara, aprovechando la audiencia nacional para desconcertar al gobernante, enrostrarle supuestos errores, desaciertos e incapacidades políticas y pescar en río revuelto.

Sin embargo, yo opino que Abinader asistirá al debate mostrando sus mejores atributos de estadista, respaldado en una ejecutoria gubernamental transparente, moralmente eficaz contra la corrupción y de clara repercusión social. Y saldrá airoso e incólume.