El desahogo de la comunicadora Mariasela Álvarez en Facebook

El desahogo de la comunicadora Mariasela Álvarez en Facebook

Mariasela Álvarez. Foto de archivo.

La comunicadora Mariasela Álvarez utilizó el poder de las redes sociales para fijar posición en relación a la posibilidad de una reforma fiscal, en los términos que ha promovido el Gobierno.

«Ante la nueva amenaza de otra reforma fiscal y las declaraciones del vocero de la presidencia diciendo que si queremos más seguridad se necesitan más ingresos, entre otros argumentos «jalados por los moños» para justificar la necesidad de cubrir el gran déficit post electoral, quisiera decirle lo siguiente», publicó la veterana presentadora de televisión.

A continuación publicamos de manera íntegra el mensaje publicado por Mariasela Álvarez: 

Desahogo:

Ante la nueva amenaza de otra reforma fiscal y las declaraciones del vocero de la presidencia diciendo que si queremos más seguridad se necesitan más ingresos, entre otros argumentos «jalados por los moños» para justificar la necesidad de cubrir el gran déficit post electoral, quisiera decirle lo siguiente: la delincuencia no se combate cobrándole más dinero a la gente que trabaja duro y honestamente y que aún así no le alcanza para una vida digna, no señor, la delincuencia se combate con reforzamiento de valores a través de la recuperación de la Meritocracia en todos los ámbitos, se combate con mejor calidad en la educación; ofreciendo a los niños y adolescentes lugares de enseñanza y práctica de actividades deportivas y culturales y creando nuevas oportunidades de trabajo.

Se combate con justicia eficiente y una policía seria y preparada. En lugar de hablar de eso, lo que deben es simplificar el complejo sistema que hace que te pases el mes entero pagando y eliminar los odiosos anticipos que cargan en exceso e injustamente a las pequeñas y medianas empresas.

Lo que deben es devolver lo que sobra de tantos pagos, como hacen los norteamericanos, y no acreditarlo prorrateado. Pero sobre todo, lo que deben hacer es bajar el excesivo gasto público en botellas aquí y fuera del país, en sueldos obscenos de funcionarios públicos, y de una vez y por todas, empezar a perseguir la corrupción y castigarla, para que entonces ¡paguemos con gusto!