El dolor que habita detrás de las cifras

El dolor que habita detrás de las cifras

Marien Aristy Capitán

La línea *212 del Ministerio de la Mujer recibió 7,000 llamadas durante el 2022, lo que se traduce en un promedio de 19 llamadas cada día del año.

Gracias a esas llamadas, las autoridades han rescatado entre 10 y 15 mujeres a la semana, es decir, un aproximado de 650 mujeres al año. A esa cifra se suman las 148 mil atenciones psicológicas y legales ofrecidas en el 2022 y las 1,600 mujeres que pasaron por las casas de acogida.

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Los números, brutales, son sinónimos de dolor. Cada uno significa un hogar en el que las mujeres y sus hijos, si los tienen, viven un infierno. ¿Lo peor? Hay muchas mujeres, familias, amigos y vecinos que no toman el teléfono para denunciar los casos de violencia intrafamiliar.

Educadas para callar ante las agresiones, como si soportar nos hiciera valientes, las mujeres nos perdemos en las fauces de los círculos de violencia y callamos por miedo al agresor, la falta de recursos económicos y hasta por vergüenza social. Las familias y relacionados, por demás, están acostumbrados a mirar hacia otro lado.

Hay que romper los moldes. Urge educar a los niños para tener relaciones sanas pero también acostumbrarnos a actuar y ver de qué manera se puede reeducar a los hombres para evitar que actúen como unos malnacidos.