Hoy 
David Díaz.
Cada día se incrementan los proyectos de emprendimiento por parte de la juventud dominicana ¿y cómo culparles? Si la nación está envuelta en pobreza, escándalos de corrupción a escalas internacionales, nepotismo y otras maravillas de las que Alicia no vio cuando fue al país aquel y como el cherry on top del milkshake sobrevaluado que te venden en ese restaurante americano (y tú lo pagas porque eres cool).
La tasa del desempleo ronda en un 13% lo que se traduce en casi un millón y medio de personas y lo bueno de eso es que las empleadores lo saben y lo malo de eso es… que los empleadores lo saben, y se aprovechan para exigir un empleado con grado de licenciatura (de universidad reconocida) y maestría (preferiblemente internacional) con mínimo 3 años de experiencia en el área (de una empresa reconocida por favor) para del otro lado de la moneda, ofrecer un sueldo de bachiller pero te lo adornan con lindas promesas de ascenso y de que su esfuerzo será visto por la gerencia que tanto se preocupa por su activo más importante «tu», que pena que en los supermercados todavía no aceptan esa forma de pago.
Es por esto que cada vez vemos mas food trucks, jóvenes importando celulares, jovencitas vendiendo pelo hindú y tiendas virtuales en instagram donde te venden la réplica del smart watch que con gusto compras porque no te pagan lo suficiente para comprar el original Y está todo bien, se dinamiza la economía (en los casos de éxito) pero la triste realidad es que estadísticamente 9 de cada 10 emprendimientos fracasan.
