A Antes que la raza dominicana se consolidara en el oriente de la isla Española, ya en el occidente se había consolidado una raza conformada por los miles de esclavos que traídos desde el África por los traficantes europeos le dieron vida y desarrollo a esa parte de la isla cedida formalmente a Francia por España en 1697.
Los españoles apenas ocupaban la isla dejando la extensa costa atlántica norte sin protección que aprovecharon los aventureros europeos para establecerse primeramente en la isla de la Tortuga y mas luego ocupar las desoladas tierras de la costa norte de isla de donde obtenían sus alimentos en abundancia. Era abundante la carne de los miles de animales que en estado salvaje ocupaban esas praderas y montañas que hicieron de esa región su hábitat y consolidaron su permanencia sin temores a la represión española que no tenia recursos para desalojarlos. Era un botín que los franceses lo tenían como su alcancía para negociar cosas y producirlas en abundancia que se lograban por la presencia de miles de esclavos negros traídos desde África. El suelo occidental se convirtió en su hábitat al ser traídos desde el continente africano a una isla caribeña. Esta era ocupada en una buena parte por otra raza que ya en un mestizaje arrollador fue estableciendo poco a poco sus raíces y razón de ser de los isleños del oriente de la isla.
Era absoluta la presencia negra en occidente de la isla, fuente de la riqueza de los franceses, que en 1803 Napoleón envió una expedición de miles de soldados y buques para controlar la insurrección que estaba en marcha amenazando las fortunas francesas que se habían forjado en esa parte de la isla.
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En 1804, después del exterminio de los franceses, la raza negra dominante surgió con dos imperios en donde las ambiciones amenazaron la independencia pero con el objetivo primario de apoderarse de la colonia española que casi abandonada por España no tenía forma de hacerle frente a esas hordas occidentales curtidas en las luchas. Haití finalmente después de muchos amagos le dio consistencia a sus planes de ocupación y en 1821 ocuparon la parte occidental sin disparar un tiro ya que la mermada colonia española estaba dividida en sus propósitos ya fuera independientes o sometidas a vasallaje de una potencia mas fuerte como era Haití.
Todos conocemos la valentía de como los dominicanos afianzaron su separación de Haití en históricas jornadas de valor y temeridad, solo dando el pecho como escudo para imponer una nación que en el siglo XXI se ve amenazada de nuevo por un conglomerado humano empeñado en no dejarse morir.
Haití no supo administrar los recursos de su territorio y ahora en una permanente avanzada envía una incursión masiva de centenares de sus nacionales penetrando sin cesar en el territorio. Se asientan en los rincones mas prósperos en las costas este y atlántica. Los haitianos, sin una nación organizada, pretenden pacíficamente ocupar el territorio dominicano sin disparar un tiro y aplicar sus costumbres, malos hábitos sociales y sus enfermedades a una sociedad que gracias a sus gobiernos del siglo XX pudo convertirse en un proyecto de estado organizado con costumbres y creencias muy apartadas de la brujería de occidente la cual nos lo quieren imponer como novedad social.