El feminicidio es el último eslabón del círculo de violencia

El feminicidio es el último eslabón del círculo de violencia

A propósito del asesinato el jueves de la semana pasada de Marianny Martínez, de 20 años, quien fue baleada por su pareja Héctor de Jesús Cabrera Rodríguez, de 25, en el municipio de Navarrete, la dirigente feminista Raquel Rivera considera que cuando se llega al feminicidio ya se ha pasado por otros tipos de violencia.

“A nadie se le ocurre decir voy a matar a las mujeres; lo primero es violencia psicológica, luego la verbal, agresiones físicas y finalmente el crimen”, expresó Rivera, quien es coordinadora del movimiento feminista Hermanas Mirabal.

Rivera agrega también que en la República Dominicana solo se habla de la violencia de género cuando hay golpes, patadas, cuando se sujeta a la mujer, cuando se agrede de otro modo o cuando las matan.

Rivera lamenta que en los barrios la gente dice que “esa pareja discutía constantemente, pero no pensábamos que iban a llegar a eso; cuando se llega al feminicidio es porque ya se han dado otro tipo de violencia”, puntualiza.

A su juicio, la violencia de género se da porque se ha conformado en el país una cultura en una sociedad machista, patriarcal, donde a las mujeres se les crucifica, se invisibiliza y se sobreestima su capacidad y además se objetiviza.

Considera que en este país los varones utilizan a las mujeres como un objeto o una cosa, por lo que entiende que esos son elementos que contribuyen al tema de la violencia. “Esa sociedad patriarcal, donde las grandes decisiones las toma el hombre”.

Desprotección autoridades. Rivera expresó además que otro elemento es la desprotección que tienen las mujeres frente al tema de la violencia por parte de las autoridades y el sistema de justicia.

Manifestó que muchos de los casos en los que las víctimas se han querellado y han ido a pedir ayuda, el sistema no les da protección.

Rivera expresó que el Ministerio Público no tiene la capacidad para cumplir las decisiones que se toman contra el agresor y garantizar la vida a la víctima cuando le dan una orden de alejamiento o hay una citación.

“Imagínese, si muchos casos le dan a una citación y es la propia víctima que debe servir de mensajería; pues si una víctima es quien debe llevar citación al agresor, se está en mayor nivel de peligro”.

Como consecuencia de la violencia de género, afirma, no solo se atenta contra la vida de las mujeres, sino con la familia completa y cada vez más se incrementa el hecho que los hombres atentan contra la vida de todos en la familia. Por esa situación hay niños huérfanos y familias destruidas, desintegradas totalmente.

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