Aunque no ha sido posible establecer en qué consistió la labor de Hilario Espertín durante la epidemia del cólera que azotó el país en 1868, por lo que se le reconoció nombrando en su honor una calle, es casi seguro que este alentó y auxilió a los afectados en su lecho y trasladó a fosas comunes a las víctimas pues, por documentos localizados después de la publicación que apenas ofrecía datos escasos de su vida, se conoció que fue un gran filántropo y bienhechor que se condolía de los necesitados y se entregaba a causas caritativas.
Por esa razón le fue entregado un diploma el 10 de marzo de 1891 por la sociedad La Misericordiosa de la cual fue uno de los fundadores.
También se conocieron parientes suyos: los Rossi, de San José de Ocoa. Wilfredo Mañón Rossi y Fermín Martínez Rossi explicaron los lazos que los unen a través de Águeda Eulogia Espertín, hija de Hilario que casó con Aurelio Rossi Cabral, hijo de Esteban Rossi. Los entrevistados resultarían nietos en séptima generación del homenajeado.
Por otro lado, el historiador José Luis Sáez, SJ, director del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Santo Domingo localizó valiosas referencias de Espertín y su familia como actas de bautismo, nacimiento, matrimonio y defunción.
Salvador Alfau Del Valle encontró en los archivos de su padre Vetilio Alfau Durán otros datos de Espertín.
Casi todos los Espertín de las búsquedas de Sáez figuran sepultados en el cementerio de la avenida Independencia, como Apolinario o Pulinario, quien estuvo casado con Petrona Ramírez, y el propio Hilario.
Otros Espertín que figuran en documentos del Arzobispado son Antonio, José Pilar, Zoilo, Juana, Ambrosio, Pablo, José del Carmen.
Contiene el acta de matrimonio de Hilario con Dolores Pérez el 20 de diciembre de 1875. Fueron desposados por el presbítero Antonio Hernández, cura rector de la Santa iglesia Catedral. Hilario contaba entonces 32 años de edad y Dolores 24.
La defunción de Hilario aparece en los archivos de Alfau Durán y en los de la Catedral. “En esta parroquia mayor de la Santa Iglesia Catedral de Santo Domingo, el día 4 de diciembre del año 1901, yo el infrascrito presbítero Cura Ecónomo de ella, hice los oficios de sepultura al cadáver de Hilario Espertín, de cincuenta y ocho años de edad. Fue enterrado en el cementerio público de esta ciudad. Doy fe. (fdo. Lucas Lladó”. (Catedral. Libro XVII de Defunciones (1896-1903, f. 428, No. 2). La tumba está en el número 1-847 del cementerio de la avenida Independencia.
Sáez encontró los nombres de dos sobrinos de Hilario y un hermano menor que no cita Carlos Larrazábal Blanco en “Familias Dominicanas”, así como una hija de Hilario con Juana de Jesús…
En el Libro de defunciones del AGN aparecen los decesos de dos hijos de Hilario y un lector de Santiago de los Caballeros escribió para decir que allí existieron personas apellido Espertín.
En su libro “Escritos de Luis E. Alemar”, Constancio Cassá reproduce una crónica del Listín Diario en la que se reconoce a Hilario Espertín por sus acciones piadosas en la sociedad “La Misericordiosa” y anota que esa benemérita e inolvidable organización “estaba compuesta por hombres de noble corazón, seres valerosos y de probada abnegación. Tenemos a la vista el diploma que como miembro activo fundador de ella le fue expedido al distinguido ciudadano don Hilario Espertín”.
Lo define como filantrópico, buscador de luz, ayuda y protección material, moral e intelectual. Es del 10 de marzo de 1891 y lo firman Marcos Gómez, Jacinto Gross y Antonio M. Moreno.
Emilio Rodríguez Demorizi apunta que La Misericordiosa obtuvo permiso de la Gobernación el 6 de enero de 1882 para enterrar a muertos de viruela. Hilario Espertín, “favoreció hasta el último grado en enfermedades epidémicas a todo pobre y necesitado” junto a Vidal Durocher, Luis Hernández, Jacinto Gros, Dionisio Rodríguez, Antonio M. Moreno, Julián Berlis, Eliseo Pérez, Pedro Báez, Luis F. Dujarric, Alejandro Woss y Gil, Carlos Parahoy y otros (Sociedades, cofradías, escuelas, gremios y otras corporaciones dominicanas).
Otro importante documento es el acto de 1886 que firma Hilario Espertín en su condición de alcaide de la cárcel de Santo Domingo dando cuenta de la fuga del “criminal” Román González, a quien había dado permiso “para ir a asearse al río custodiado por el militar Justo Rodríguez” y “se fugó junto con la custodia”.
Los Rossi. Aurelio Rossi Cabral nació el 5 de enero de 1867 en El Pinar, San José de Ocoa, y casó con Águeda Eulogia Espertín el 3 de diciembre de 1890. Procrearon a Nini Aurelio y Liduvina Rossi Espertín, nietos de Hilario. Estos datos aparecen en “Genealogía de la familia Rossi de Ocoa, biografías, fotos y documentos”, investigación realizada por Wilfredo Mañón Rossi, Fermín Martínez Rossi y Luis José Prieto Nouel.
La noticia del parentesco con los Espertín les llegó a través de Rafael Brito Rossi, descendiente de la rama de los Espertín, que es la que ellos quisieran completar.
“Nosotros procedemos de la hembra, María Antonia Rossi Cabral, nuestra tatarabuela, cuñada de la hija de Hilario Espertín que casó con un hermano de la tatarabuela. Los hijos de Espertín son nuestros primos en sexto grado”, aseveraron.
Los Rossi están empeñados en “poder culminar la información sobre esa rama de nuestro libro, establecer el árbol genealógico a fin de que no tenga baches”.
Esperan que algún Espertín “se comunique con nosotros para ampliar conocimientos acerca de esos parientes”, significó Mañón Rossi, quien es rector de la Universidad Nacional Evangélica, UNEV, además de médico endocrinólogo.
Fermín y Wilfredo expresaron orgullo por su antepasado. “Tenerlo en nuestro árbol genealógico representa para nosotros un gran honor”.