El futuro de nuestras universidades

El futuro de nuestras universidades

Jesús de la Rosa

El futuro de nuestras universidades (5). En esta entrega identificamos varios temas que nos parecen centrales en las argumentaciones actuales referidas a la educación superior en la América Española y en la Región del Caribe. Esos temas a los cuales nos referimos merecen elaboración y análisis.

Afectan de diferentes maneras a los países y a las regiones. Creemos, sin embargo, que todos son relevantes a nivel internacional y que en una discusión de sus implicaciones puede llevarnos a una comprensión que será útil tanto para el análisis comparativo como nacional.

En un plazo de poco más de medio siglo, la República Dominicana ha llevado a cabo una notable transición desde un prolongado periodo de 31 años de dictadura a una democracia en pleno funcionamiento.

Cualquier visitante extranjero que hubiese conocido nuestro país en los oscuros días de la dictadura trujillista se sorprendería ante los cambios que los aires de libertad han logrado introducir en la sociedad dominicana, entre los que merece destacarse el pleno disfrute de las libertades públicas, y lo que igualmente importante, la reafirmación de la autonomía de la UASD y el derecho a la educación de todos y cada uno de sus ciudadanos.

En ese no tan largo tiempo, el entorno económico y político de la Universidad Primada de América experimentó cambios extraordinarios de los tipos más diversos y en la actualidad está imbuida en experimentar otros de grandes dimensiones.

Casi todos los gobiernos que hemos visto sucederse después del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, a pesar de haber pregonado tantísima veces la importancia del papel que desempeña la educación superior en el desarrollo de la sociedad y en el progreso económico, al parecer, no se mostraron dispuestos a pagar el precio de una educación superior de calidad; por el contrario, siempre pretendieron imponer una supuesta mejora del sector a modo de ocultar su verdadero interés que no era otro que el de reducir el gasto público.

Si de veras esos mandatarios deseaban elevar al máximo la aportación de la Universidad Primada al progreso de la nación dominicana, debieron ayudarla a enfrentar el desafío de mantenerse a la altura de los cambios, especialmente aquellos generados por la oferta de planes y programas de estudios no presenciales, y por el uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación.

La educación a distancia (no la llamada virtual) es reputada como la manera más idónea que cabe imaginarse de lograr que mucho más personas accedan a la educación superior.