El PRM proviene del PRD, el partido de Juan Bosch primero y de José Francisco Peña Gómez después. Ambos son luminarias del pensamiento progresista dominicano.
Aunque en ninguno de sus tres gobiernos el PRD logró impulsar la visión socialdemócrata de Peña Gómez, siempre existió en el partido un grupo de pensadores liberales que mantenía viva la idea de una democracia promotora de derechos de igualdad y justicia social.
Hoy el PRM no cuenta con esas figuras (casi todos murieron) ni tampoco con nuevos intelectuales que doten el partido de una visión progresista en estos tiempos en que el conservadurismo lucha con uñas y dientes a nivel internacional para imponerse ante los cambios de la posmodernidad.
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Desprovisto de ideas progresistas para plasmarlas en políticas públicas, el PRM, desde el poder, va en pendiente díscola conservadora. Ese proceso pasa desapercibido para muchos porque la llamada lucha anticorrupción ha dotado al Gobierno de legitimidad y cierto aire liberal. Pero la realidad es otra. Tomemos aquí tres ejemplos para ilustrar.
Poco después de ser nombrado ministro de Educación, Ángel Hernández dejó sin efecto la Orden Departamental No. 33/2019 que estableció como objetivo el diseño e implementación de la política de igualdad género en el sistema educativo dominicano.
Con esa decisión el Gobierno complació a los grupos conservadores religiosos y laicos que siempre han impedido la modernización del sistema educativo dominicano y la enseñanza en valores de igualdad.
La excusa del ministro fue que la Orden Departamental nunca se había implementado. Y claro, no se había implementado por lo mismo que él la dejó sin efecto: la presión de los grupos conservadores.
En la campaña electoral 2024, todos los candidatos a diputados del PRM de la circunscripción #1 del Distrito Nacional se declararon en contra de las tres causales. Al tener mayor probabilidad de ganar, quisieron congraciarse con los sectores más conservadores que han orquestado siempre la oposición a las causales.
Que conste, la C1 del D.N. concentra la mayor población de clase media y media alta donde el apoyo a las tres causales sobrepasa el 70%. Aun así, los candidatos del PRM se expresaron públicamente en contra. ¿Es ese tipo de candidatos conservadores que el PRM produce, incluso en la circunscripción más liberal del país?
La semana pasada circuló un vídeo de un hombre criticando el Ministerio de Salud Pública por enseñar antivalores a niños y jóvenes. Para él antivalores es decir que el hombre y la mujer no nacen, se hacen. Es un planteamiento de Simone de Beauvoir que data de 1949 para mostrar que las ideas y conductas asignadas a varones y hembras son fundamentalmente producto de la socialización. Dicho de manera muy simple, el rosado de niñas y azul de niños no vino con la biología; es una construcción social.
En respuesta a ese vídeo errado y alarmista, el ministro de Salud Pública, Dr. Víctor Atallah, decidió suspender y revisar el programa educativo de igualdad de género que lleva muchos años desarrollándose y cumple con las leyes dominicanas.
PRM: revísense, ¿de qué sirve el nombre Revolucionario Moderno?