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“El drama magnífico en los últimos mil años de la historia humana, es el transporte de diez millones de seres humanos fuera de la belleza oscura de su continente madre al recién descubierto ‘Eldorado de Occidente’”
William E. B. Dubois.
Escritor y sociólogo afroamericano.
1/El nuevo diluvio no se detendrá: Entre Booker T. Washington y William E. B. Dubois. Raices de luchas: 1830-2020… Para entender bien todo lo que ahora acontece en las calles de los Estados Unidos de América, incluso para entender el oscuro espíritu del oportunismo mercantil de las propias multinacionales que se apuntan a la causa del Black Live Matter, hay que regresar al pasado histórico de la Historia de la Esclavitud de los Afroamericanos y aquella larga lucha desde los tiempos del abolicionismo. cuya entidad formal nació hacia 1830 en el norte de los Estados Unidos con la siguiente asociación: Sociedad Anti-Esclavitud de Nueva Inglaterra.
No es tema de este texto tratar la relación del abolicionismo y los cismas religiosos en los Estados Unidos de entonces, pero existe una relación muy especial entre un tema y otro: para algunas religiones protestante el tema de la lucha contra la esclavitud era un dogma de fe, el caso particular de los Metodistas Libres, que dentro del marco de la guerra de Secesión (1861-1865), iniciaron su separación de la iglesia metodista clásica…
Terminada la guerra civil norteamericana entre el Norte abolicionista y el Sur esclavista, derrotado este último, los dos pensadores negros dominan la escena pública, en la nación devastada por la guerra:
Booker T. Washington (1856-1912) conservador y educador y el científico social William E.B. Dubois (1868-1963), a quien últimamente ya se considera uno de los padres de la sociología en los Estados Unidos, finalmente.
La raíz de formas de ver la integración de los afroamericanos a la sociedad norteamericana en gestación, tiene esta bifurcación conceptual, que en gran medida, si evaluamos la mayoría de las organizaciones dedicadas al mismo propósito, encontraremos aún esas tendencias, la conservadora y de negociación cada vez menos, porque el testimonio de la historia demuestra en el tiempo, que el líder de la no violencia negra, aquel de I Have Dream a Dream (“Yo tengo un sueño”) fue asesinado en Memphis, Tennessee el 4 de abril de 1968, tres años antes Malcom X había sido asesinado en una trama aún desconocida, graves sospechas en los dos casos de la mano oculta del FBI del esclavista J. E Hoover, escrutador e implacable director de la agencia de inteligencia de entonces.
Aquel esquema hoy está roto y poco a poco revive una falsa nostalgia de los Black Panter, los llamados panteras Negras, grupo armado urbano que nacería en Oakland, California, hacia 1966, cuya radicalidad como partido estuvo bajo la influencia de la llamada Nación del Islam, otro grupo doctrinal, aún vigente, sobre el que recaen sobras y manchas dudosas, sobre la complicidad en el asesinato de Malcom X, idea sostenida por su difunta viuda, su momento, Betty X o Betty Shabazz.
Las polémicas entre B.T Washington y William E.B. Dubois crearon las bases,por ejemplo para una organización cuyas siglas en inglés son: N AA CP (Asociación Nacional Para el Progreso de las personas de Color) creada en 1910.
Esta asociación fue la que sirvió de base al movimiento de la lucha por los derechos Civiles de los años 60 cuyo líder indiscutible fue el reverendo Martin Luther King. Aún existe y tiene un local en cada Estado de la Unión Americana… En 1964, el 2 de Julio un Lyndon B. Johnson apurado declara le Ley de los Derechos Civiles, coja, concesionaria, no muy transparente, ambigua y aunque lo hacía como “homenaje” a J. F. Kennedy, hasta el día de hoy hemos llegado: un diluvio que al parecer no cesará por ahora.
En conclusión, en los estallidos de violencia institucional racial en los Estados Unidos de América, existe un elemento clandestino que instiga al odio de raza, muchas veces revestido de uniforme institucional, tienen su razón de ser, su génesis, en la no aceptación de la derrota del Sur de la guerra civil del 1861.
En otras palabras, han pasado 155 años y en dicho largo tiempo mucha historia ha llovido, muchos hechos han pasado, sin embargo: la condición institucional de la Comunidad Afroamericana en materia de derechos poco ha variado, el tema de la presidencia de Obama, es otro tema: soy de los que creen que revivió aún más el prejucio, aunque sin un aporte de los blancos nunca hubiese ganado dos elecciones…
Los sureños, cuya mentalidad agrícola y amantes de las plantaciones, se acostumbraron a un modo de producción esclavo que les hacía diferente al Norte de los Estados Unidos de América, el modelo industrial les hacía mirar esa misma esclavitud con mayor benevolencia, el propio jazz en su momento, miró hacia el norte también, por razones obvias… Entonces llegamos a Lo que el Viento se llevó (1939) dirigida por Victor Fleming.
2/Lo que el viento se llevo: Un ajuste de cuenta de Black Live Matter 81 años después. Esta película se volvió a reestrenar en República Dominicana, hacia los años 70 del siglo XX. Mucho antes se había exhibido en cineclubes y se le tenía como un film de culto, intocable, venerado entonces por quienes amaban a Hollywood y su factoría de sueños, más que a la vida misma.
La historia de la novela en la que se basa la película, está escrita por una señora blanca del sur, para más señas de Atlanta,Georgia. La novela, un dramón y su madre y su padre (equidad de género obliga) fue publicada en 1936, un año luego le reportaría el famoso premio periodístico Pulitzer, 1937.
La señora Margaret Mitchell era columnista de un diario de su estado, consagrada con Lo que el Viento se llevó (Gone With lThe Wind), hizo carrera y fortuna, fue un golpe de suerte meritorio, labrado junto a su esposo J. R. March, publicista, a quien se debe el carácter de melodrama compacto de la obra popular.
Detrás del éxito masivo de la obra había un contrabando: la sra Mitchell con su novela había logrado lo que los generales del sur no pudieron conseguir: una victoria para el Sur, en la azarosa nostalgia de un Shangrila nirvano con negros colgando de los árboles…
La adaptación de la novela la hace el guionista Sidney Howard, que respeta el texto en esencia, entonces en 1939 la Metro Goldwyn Mayer, logra reproducir en imágenes un melodramón que aplica la ortodoxia del llamado Star System: Bellos actores en un romance tortuoso, y de fondo la esclavitud en las plantaciones sureñas, la normalidad de una violación de derechos, hecha historia “bonita”… Vivien Leigh (Scarlett O`hara) y Clarke Gables. El producto típico de la maquinaria de Hollywood: la historia de una guerra perdida por el Sur, pero “entretenida” y salpicada de mano de obra esclava.
El ajuste de cuenta llega tarde, y no creo en la censura, una sociedad democrática debe dar las herramientas públicas para el debate, hay una dosis de oportunismo corporativo paternalista, que se pone delante de los hechos, por si las moscas y el futuro.
Tened cuidado: Black Live Matter, como marca, se puede convertir en un vector de Fashion inutil, muy lejos de los justos vectores humanos que le han caracterizado. (CFE)