Por: Silvia Soto
No cabe duda de que la Educación del país constituye uno de los ejes neurálgicos no solo para que el país pueda dar un salta hacia el desarrollo, sino para que el nuevo gobierno encabezado por Luis Abinader pueda pasar a la historia como una gestión trascendental, por lo que, lograr mejorar su calidad, debe ser una de los grandes aspiraciones políticas para el presidente.
Para lograr esta ambiciosa aspiración el presidente Abinader selecciona no solo a su hombre de confianza, y estratega político principal, sino a un especialista del área de la educación: Roberto Fulcar, hombre de orígenes humildes, procedente del sur profundo, con una licenciatura en Educación Mención Ciencias Sociales, maestría y doctorado dentro de la misma área en la Nova Southeastern University, asesor e investigador de universidades internacionales, lo que lo convierte convierten en el Ministro de más alto perfil profesional dentro del área de la educación que ha pasado por el Minerd. Y a eso se le suma una dilatada trayectoria como educador, gremialista dentro de la ADP, lo que lo convierte en un gran conocedor de las intríngulis del sistema educativo nacional. Pero, además tiene una trayectoria de vida como activista social calificativo que siempre destaca con orgullo.
Desde el inicio de su gestión, Fulcar tuvo que enfrentar un escenario adverso al tener que manejarse en medio de la pandemia, que lo obligó a improvisar un sistema de educación virtual con que impidió según Educa, que se produjeran entre 80,000 y 100,000 deserciones de estudiantes, y para ello tuvo que superar graves problemas estructurales de conectividad tanto de internet como eléctrica, además del analfabetismo tecnológico de los docentes.
También ha tenido que enfrentar grandes intereses de sectores políticos desde la acera del PLD y la FUPU, los cuales tienen fuertes tentáculos dentro de la ADP, para instar la división en este gremio docente, y los de sectores económicos afín a estas organizaciones opositoras quienes también han visto sus intereses afectados cuando la nueva gestión democratizó y facilitó el acceso a los contratos de suplidores de nuevos actores, en base al respeto estricto de las normativas de la Ley de compras y contrataciones.
Dichos sectores cuentan con un equipo de franco tiradores desde los medios de comunicación, las denominadas “bocinas” celebres durante las gestiones del PLD, que continúan siendo financiadas, para tratar de confundir a la opinión pública y enlodar la gestión de Fulcar con permanentes campañas de descréditos, basadas en verdades a medias, fake news etc. Pero, a 13 meses de la nueva gestión, y a pesar de que apenas se inicia el reto de la transformación de la educación del país ya que este implica un arduo y largo proceso de años para que se evidencien de manera sustancial los avances, entendemos se puede sacar un balance positivo.
Hasta el momento, la gestión de Fulcar puede señalar como logros: además de salvar contra viento y marea el año escolar, la formación en el uso de la tecnología de la Educación (TED) de todo el personal docente, la distribución en un tiempo records de 1000,000 un millón de dispositivos tecnológicos, y la habilitación de más de 5000 mil escuelas. La implementación de una visión de gobernanza con la creación de la “Mesa de Veeduría” para garantizar la transparencia en el manejo de los recursos y una comisión para organizar el concurso de oposición para docentes.
Como retos podemos señalar: el diseño e implementación de un curriculum acorde con los lineamientos pedagógicos más actuales y eficaces que provea contenidos de calidad a las tandas extendidas, la creación de un verdadera formación bilingüe, y, la transformación de los liceos en politécnicos, para que los estudiantes salgan des sistema con habilidades esenciales para incorporarse al mercado laboral, tal como el ministro ha prometido serán de los grandes retos y logros a la vez, que el ministro podrá exhibir.
Pero, también sería interesante que dada su formación social y humana, Fulcar impulsara la implementación de una visión pedagógica critica, que impulse la profundidad del análisis de los estudiantes como entes y sujetos sociales, dentro de un sistema económico opresor y excluyente, tal como lo planteó el filósofo y pedagogo brasileño: Paulo Freire, que promueva valores de solidaridad y ciudadanía, los cuales esperamos sean impulsados a través de las cátedras ciudadanas que ha preparado el ministerio.